Cuando buscamos algún libro polémico de ciencia ficción deberíamos tener en mente la presente novela de Heinlein. Starship Troopers es uno de los textos más importantes no solo de la ciencia ficción militar, sino de la Edad de Oro junto a las obras de Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Su contenido no ha dejado indiferente a los lectores al punto que en blogs, foros y redes sociales existen opiniones a favor y en contra de la calidad y mensajes del libro.
En un inicio fue publicado por entregas en la revista The Magazine of Fantasy & Science Fiction; luego saldría como libro en 1959. La premisa ya presenta un ambiente propenso a temas polémicos, pues nos encontramos frente a la vida de un joven de clase media alta en una academia militar desde el rango más básico hasta grados mayores. Temas como el militarismo, el uso de la violencia física como disciplina y la limitación de los derechos civiles son algunos de los más resaltantes cuando esta obra ingresa a disputas. Para entender su relevancia baste con añadir que era lectura obligatoria en las academias de las fuerzas armadas estadounidenses. Veamos, pues, qué nos dice la novela en sí.
La nueva incursión empezará. Los Rufianes de Rasczak, un grupo de soldados de Infantería Móvil bajo el mando del sargento Jelal, aterrizan en el planeta de los “huesudos” para bombardear diversos lugares y así demostrar su poder militar. Al finalizar, solo sufren una baja y llegan nuevamente a bordo de la nave Rodger Young. Es a partir de aquí que la novela se centrará en el pasado de Johnnie Rico desde su decisión para enrolarse al ejército.
La vida del protagonista como militar se puede resumir en tres grandes fases: 1) entrenamiento en la academia; 2) miembro de la Infantería Móvil; 3) preparación en la Escuela de Oficiales. La estructura es similar a la del bildungsroman, término alemán para designar las historias que siguen el desarrollo de su personaje a lo largo de su vida. Si bien el libro no presenta a Rico durante tantos años, sí se centra en su transición de rangos y, por ende, en su proceso de crecimiento dentro de la carrera o “vida” militar.
Ahora bien, en sí el libro tiene poco de historia y sí mucho de filosofía. Johnnie sí crece como miembro de las fuerzas armadas y sí tiene un recorrido narrativo —desechemos la postura extrema de “no hay trama”—, pero en cada segmento de la historia hay un momento que sirve como excusa para introducir varias ideas sobre el significado de la ciudadanía, el deber cívico y el Estado por sobre el individuo de modo que pueda parecer hasta propagandístico. Sin embargo, aquí deseo realizar detenerme en dos puntos. En primer lugar, más allá de estar de acuerdo o no con la ideología expresada por los personajes, sus argumentos resultan muy interesantes y convincentes dentro de la lógica utilizada, pues no hay mayor incoherencia en el sistema de pensamiento resumido en “importa más el grupo que el sujeto, por lo cual el segundo debe, si es posible, sacrificarse por el bien común”. De hecho, la polémica por ese planteamiento resulta de una elaboración detallada que el libro contiene, así que las discusiones por la novela en este aspecto no inciden tanto en su calidad como en la discrepancia ideológica. El problema de la trama es el problema de la trama. En segundo lugar, si bien Rico adopta hacia el final esas ideas, durante el libro las pone en duda e inclusive banaliza el contexto pues parece no tener un ideal u objetivo determinado.
En suma, Tropas del espacio no tiene un mal planteamiento de historia, e inclusive su desarrollo considerando solo los hechos narrados es muy bueno. El punto negativo yace en esa falta de proporcionalidad que sigue aquejando hoy en día a otros libros, pues la ideología resulta tan obvia y explícita en los diálogos (soliloquios en algunos casos) que la trama parece relegada a segundo plano.
Es un poco difícil resumir personajes importantes además de Rico. Al fin y al cabo, unos aparecen durante cierta cantidad de páginas y desaparecen cuando el protagonista es trasladado o se traslada de una unidad a otra o de una nave a otra. De todos modos, considero que los más significativos durante toda la historia son los siguientes:
El narrador se encuentra en primera persona con la voz de Johnnie Rico. Su perspectiva matiza los hechos, y más aun en los momentos filosóficos. Debido a su personalidad un tanto indecisa por momentos, las ideas expresadas por sus superiores o mayores no son recibidas de manera automática, sino que son un poco cuestionadas o banalizadas por él sin llegar a descartarlos. Esta dinámica se debe a la constante transición entre un narrador homodiegético-extradiegético con otro homodiegético-intradiegético, es decir, de un Johnnie narrador que observa y narra a otro personaje que, dentro de la historia, ofrece su propia perspectiva. Johnnie suele “conceder la palabra”.
Tiene en total 14 capítulos de extensión irregular, algunos de 10 páginas, otros de 20. Cada uno tiene un segmento de trama diferenciado y viene acompañado con una cita inicial de textos o discursos clásicos con algún significado para lo que ocurrirá en las siguientes páginas. En líneas generales, no tiene un ritmo pesado ni tedioso para leer, salvo por los datos de rangos militares y el constante adoctrinamiento del texto.
Tropas del espacio es hoy en día una de esas lecturas obligatorias para todo amante de la ciencia ficción, ya que más allá de sus discursos propulsó las bases de la sci fi militar. Por sí misma contiene también a un personaje icónico como el profesor Dubois, el atractivo principal del libro por sus discursos apasionados sobre el valor de la ciudadanía. Asimismo, tiene sus defectos como la poca dedicación a la exhibición de la trama y a sus personajes. ¿Mucha ideología para un solo libro? Si lo lees intenta hallar esos momentos en donde el protagonista habla, y no el resto de militares, y observa que el texto no es tan homogéneo en este aspecto. Merece más de una leída.
Detalles técnicos:
Género: Ciencia ficción
Editorial: Orbis
Año original de publicación: 1959
Año de la presente edición: 1986
Nº de páginas: 240