Escribo esta reseña enterándome de la muerte de Luis Vigil, editor y escritor español de ciencia ficción. Hasta pronto, señor.
El terror suele ser más perverso y atractivo cuando es combinado con elementos que suelen asociarse a emociones y sentimientos positivos, alegres. Ese es el caso de la navidad. Pero es aun más interesante cuando trascendemos la etapa de los Santa asesinos y pasamos a tramas más elaboradas y con personajes bien construidos. Por ello, cuando hablamos de la presente novela del hijo de Stephen King tenemos mucho material para analizar.
Nos4a2 –no Nosferatu– es una novela fantástica de horror sobre un vampiro energético, habilidades especiales y ambientaciones navideñas. En premisa es la más potente frente a las otras 3 novelas publicadas de Hill (El traje del muerto, Cuernos y Fuego), aunque no sabría afirmar si es la mejor. No obstante, y como se verá, el trabajo narrativo tiene buena dosis de creatividad. ¿De qué va, entonces? Vic McQueen tiene una bicicleta especial, la cual le permite hacer aparecer un puente hacia los objetos o personas que desee. Un día decidirá meterse en problemas tras pelearse con sus padres y se encontrará con Manx, un anciano perverso con el poder de llevarse niños hacia Christmasland, la tierra de la eterna navidad.
Aunque la estructura narrativa asemeja tener la clásica oposición entre héroe/villano con enfrentamiento final, la historia se encarga de desbaratar cada intento por ser cliché. No hay héroe, sino heroína, y ni siquiera es tal, sino una protagonista que por las circunstancias se enfrenta a un villano en toda regla. Es así que nos encontramos ante una novela que sigue el crecimiento de su personaje más importante a la par que la del antagonista, con la espera de un encuentro inevitable entre ambos.
Desglosemos. El prólogo nos traslada a 2008, con un Manx internado en el hospital de la prisión federal de Englewood, Colorado. La enfermera Thornton se dispone a colocarle una nueva bolsa de sangre, suponiendo que el hombre se encuentra inconsciente. Cuando va a cerrarle los ojos, él la sujeta por la muñeca y le afirma que su hijo también tiene un sitio en el dichoso Christmasland. Ya desde aquí sabemos que no es un sujeto común y corriente, no solo por el lugar que menciona, sino por su increíble fuerza pese a estar en camilla.
Inmediatamente después la trama se sitúa en Haverhill, Massachusetts, presentando a Vic McQueen desde el momento en que descubre, montada en bicicleta, su puente especial o “Atajo”, como lo llama, cuando decide buscar la pulsera perdida de mamá y así detener la pelea entre sus padres. Será el inicio de una vida atormentada tanto por la crisis familiar, por su actitud egoísta y rebelde y por los efectos secundarios de su puente: dolor en el ojo izquierdo, desmayos y fiebres, etc.
En total tenemos 4 momentos importantes en la vida de Victoria. Su infancia, cuando aún sus padres son una pareja; su adolescencia, cuando vive en constante conflicto con su madre; su juventud, cuando finalmente tiene una pareja y un hijo; y su adultez, cuando el conflicto definitivo con Manx llega a su punto álgido. De manera paralela, se nos muestra el antes, durante y después del encuentro entre Charlie Manx y la protagonista, aunque con menor cantidad de contenido. En el devenir de los años se nos revela el origen de este personaje, pero a modo general empezamos con el reclutaje a Bing Partridge, su ayudante en los secuestros y torturas. Luego seguimos con el esperado encuentro en la Casa del Trineo y, más adelante, con el escape de la prisión en Englewood. Si lo comparáramos con una figura, ambas tramas se asemejarían a dos lazos que en algún punto friccionarán y llegarán al punto más alto de tensión. Una estructura clásica.
Lo realmente interesante no recae tanto, entonces, en la estructura, sino en la historia en sí. En el mundo de Nos4a2 se lleva la metáfora a niveles reales. Algunas personas tienen un gran poder de imaginación o “mundos interiores” que logran recrear a nivel físico gracias a los “cuchillos de la realidad”, intermediarios entre sus pensamientos y la concreción. Por ejemplo, Vic dispone de su puente (cuchillo) para hallar cosas; Manx, de su Rolls-Royce (cuchillo) para llegar a Christmasland, un lugar de su imaginación, pero llevado a la realidad. Sin embargo, la historia se encarga de mostrar que ante tal habilidad se exige un costo, distinto para cada personaje. No son caminos de rosas, sino vidas marcadas por desastres.
Por otra parte, el tema principal es la relación disfuncional entre padres e hijos. El autor plantea un paralelismo entre la Vic pequeña y la Vic adulta, pues la primera detesta a sus padres, mientras que la segunda, ya madre, tiene problemas para relacionarse con su hijo. Como hilo conductor funciona muy bien, ya que motiva los encuentros entre la protagonista con su Atajo y, en otras palabras, con el conflicto y atractivo principales de la historia. El único pero principal aquí lo tengo en la casi obviedad de algunas señales del tema principal, como en esas marcas corporales en la madre ocasionados por el padre. Quedaba claro que la golpeó, no era necesario que luego se explicara de manera explícita tal hecho. Faltó un poco más de sugerencia, sobre todo teniendo en cuenta sus chistes negros sobre la religión, las Torres Gemelas, entre otros, en donde el lector ya puede sobreentender las referencias.
El mejor apartado. La trama es muy entretenida, de verdad, pero son ellos quienes aquí le dan vida a la novela. Este aspecto es muy importante para un texto no con una estructura inicio-nudo-desenlace sencilla y rápida, sino para uno de estilo biográfico como aquí. De caso contrario, aburriría desde las primeras páginas.
Los secundarios también tienen voz propia:
El libro está hecho para horrorizarse… y para reírse. Así se puede resumir el estilo escritural de Hill, al menos desde su versión traducida al español (fue la que leí). En mi ejemplar de Suma de Letras aparecen muchos españolismos, de modo que algunos entiendo, otros no (por favor traductores, consideren también a Latinoamérica), pero se sobreentiende que el autor utiliza coloquialismos equivalentes en el inglés. Este aspecto se nota sobre todo en Bing Partridge, quien suele rimar cualquier tema para sí y para agradar a su amo Manx.
Pero vayamos a otros aspectos. El ritmo narrativo es muy adecuado para una trama como la ya mencionada, pues, aunque leamos el crecimiento de la protagonista en ningún punto la información ofrecida resulta tediosa o aburrida. Con más de 600 páginas no hay demasiado relleno, e inclusive los capítulos secundarios guardan relación con los protagonistas para enlazar lógicamente su evolución entre un periodo y otro. Cada apartado sirve a la trama y construye el mundo y habilidades creados sin ir demasiado por las ramas. Bueno, salvo en el prólogo, pero al menos es breve. Además, en esos momentos de menor importancia Hill no descuida la prosa sarcástica, casi siempre en dosis acertadas. Y con acertado me refiero a su uso casi siempre pertinente, no en demasía, porque su humor sí es ácido, “blasfemo” y negro. Desacraliza cualquier figura importante, en otras palabras.
El único “problema” es la simpleza de la prosa. Mientras otras novelas se esfuerzan por manejar figuras literarias, aquí Hill va directamente al tema que convoca cada segmento. En ese sentido no es el libro más indicado para los amantes del estilismo y el tecnicismo formal, y sí mas bien para quienes quieren leer un libro relativamente ligero, sí, pero muy bueno. Un ejemplo:
Tenía ganas de llorar, se sentía presa de una sensación de impotencia que le era desconocida. Estaba en New Hampshire, un lugar al que no pertenecía. Había dejado el Puente del Atajo empotrado en un callejón y, de alguna manera, todo aquello era culpa suya. Sus padres se habían peleado y no sabía cómo de lejos estaba de ellos. Necesitaba contárselo a alguien. Necesitaba llamar a casa. Necesitaba llamar a la policía. Alguien tenía que ir a ver a aquel puente en el callejón. Sus pensamientos eran un torbellino que le daba ganas de vomitar. El interior de su cabeza se había vuelto un lugar feo, un largo túnel lleno de ruidos molestos y murciélagos revoloteando a gran velocidad.
Por descontado queda: recomiendo el libro. Joe Hill muestra aquí una gran capacidad imaginativa para enlazar una trama de conflictos y traumas familiares con habilidades paranormales y un mundo de eterna navidad. Cualquiera puede desear mezclar elementos disímiles, pero no todos pueden crear una historia consistente cuyos conflictos se sientan naturales, no forzados, y parte del desarrollo lógico de los protagonistas. Además, esconde varias referencias para quienes les guste relacionar mundos. ¿En este mundo Pennywise y compañía son solo ficción? Ahí un incentivo. No tiene pierde.
Detalles técnicos:
Género: Fantasía
Editorial: Suma de Letras
Año original de publicación: 2013
Año de publicación en español: 2014
N° de páginas: 706