29 May
RESEÑA: Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago

Generalmente los clásicos tienen por lo menos cincuenta años de antigüedad desde que fueron publicados, pero en otros casos libros de menos edad pasan a pertenecer al grupo. Eso es lo que ocurre con la presente novela de Saramago, que proviene de 1995 con el título original en portugués Ensaio sobre a Cegueira y que inclusive fue llevada al cine en 2008 intitulada Ceguera.

El libro nos ubica en un presente indeterminado, pero cercano al nuestro, en donde una plaga de ceguera se va extendiendo a partir de una víctima, quien pierde la visión tras esperar la luz verde en el semáforo. Cuando el gobierno es informado de la situación, entonces tanto los ciegos como quienes estuvieron en contacto con ellos son encerrados en un manicomio para controlar la situación, pero ya dentro la historia nos presentará la degradación del ser humano a partir de situaciones escatológicas y pérfidas en sentido moral. ¿Novela fantástica? ¿Novela de ciencia ficción? El libro tiene más riqueza (y puntos negativos) de la que pueda parecer a simple vista por su crítica social, pero tenemos que verlos parte por parte para comprenderlo.

José Saramago

Trama

Existen tres momentos principales en la novela que se corresponden con el inicio, el desarrollo y el desenlace respectivamente. En ese sentido, tenemos una novela lineal a nivel argumental que traza una línea clara de situaciones y conflictos que encadenan todo lo ocurrido con los protagonistas; es decir, no hay mayor relleno. El inicio es casi directo, con el contexto de la primera víctima:

Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos aceleraron antes de que se encendiera la señal roja. En el indicador del paso de peatones apareció la silueta del hombre verde. La gente empezó a cruzar la calle pisando las franjas blancas pintadas en la capa negra del asfalto, nada hay que se parezca menos a la cebra, pero así llaman a este paso. 

A partir de que el primer ciego sea llevado a su casa por un voluntario, se nos presentará consecutivamente a los personajes principales perdiendo la visión. Es el inicio de la catástrofe. Luego, en el psiquiátrico se desarrollarán los conflictos entre los internados, pues no existe suficiente comida para todos, no hay agua, no pueden escapar y algunos intentarán someter a otros. Además, un grupo de militares vigila en los exteriores y en más de una ocasión cometen asesinato motivados por el miedo y el egoísmo. Solo una protagonista no se contagia de ceguera, aunque en apoyo a su esposo, un oftalmólogo, y por precaución fingirá ser una más como el resto. Y el desenlace… lo dejaré para después por ser spoiler.

Pero lo importante es considerar que tenemos una historia fluida porque pasamos de una situación trágica, pero personal, a una catástrofe de alcances sociales. A modo que avanza la historia, nos enteraremos de que la sociedad está perdiendo la guerra contra la plaga “blanca” (nombre dado a que estos ciegos ven de ese color), los servicios básicos están dejando de existir e inclusive los políticos de alto mando son contagiados. Sin embargo, en gran medida conocemos esta información por un personaje más que ingresa a la cuarentena junto a nuevos grupos, un hombre con parche en un ojo que nos transmite las noticias de los últimos días de la civilización tal y como la conocíamos. Pero siempre con el foco apuntando al grupo en cuarentena.

Es por ello que la perspectiva es local, centrada en un conjunto delimitado de personajes. Y aunque este punto parezca obvio, es importante para justificar la falta de información sobre la situación del resto del planeta, pues inclusive el país en el que transcurren los hechos no es mencionado. Más aún, la trama de una plaga de ceguera no es en original debido a novelas más antiguas como El día de los trífidos (1951), de John Wyndham, que explica su origen (efectos de un meteorito) e impacto a nivel global, aunque también se centre en determinados personajes. Saramago más bien elige otros rumbos para su historia, menos impactante como apocalipsis a comparación de otras tramas, pero más reflexiva e híbrida a nivel formal y, por ende, de contenido, como se notará en el apartado de “Forma”.

Las personas contagiadas solo observan el color blanco

Personajes

Ninguno tiene nombre propio. Cada uno es nombrado de acuerdo a características de distintos criterios, como un implemento corporal, edad, profesión o relación sentimental. Esta técnica suele servir para quitar individualidad a los personajes y favorecer la transmisión de ideas como ocurre aquí en la crítica social hacia la condición violenta y egoísta del ser humano, crítica que toma forma según la conducta de cada sujeto en la historia. No obstante ―y este es un punto a favor del autor―, los personajes no son planos o arquetipos, como suelen ser en estos casos, y en cambio adoptan profundidad gracias a su transformación de principio a final puesto que se enfrentan a condiciones inhumanas, claustrofóbicas, encerrados en el loquero. Conforme se avanza hacia el final, casi todos los protagonistas reflexionan sobre la nueva vida que deben afrontar y el tipo de ceguera que les afectó, si acaso es la física o ellos ya estaban ciegos desde antes del fin. Es así que inclusive este aspecto es el mejor trabajado frente a la trama y la prosa.

Ahora sí, los personajes más destacados tal y como son nombrados en la traducción de la edición hecha por Punto de Lectura son:   

- La mujer del médico: la protagonista. Aparece por primera vez cuando su esposo sufre de ceguera y se acuesta a su lado, aparentando encontrarse bien hasta el día siguiente cuando le confiesa su mal. Es abnegada con los demás, especialmente con su pareja, ya que finge estar ciega para que lo lleven con él a la cuarentena. Ya dentro, sigue cumpliendo dicho papel y tratando de ayudar a quienes pueda para que la vida a ciegas sea menos tortuosa. Sin embargo, tiene miedo de perder su humanidad puesto que, al tener visión, también tiene dilemas morales para decidir si en algún momento debe proteger y vengar a su grupo de otros abusadores, especialmente de un grupo de ciegos que logra formar una comunidad violenta, robando y exigiendo cobros por la comida distribuida por el gobierno. La narración sigue principalmente su perspectiva.

- El médico: es el oftalmólogo que atiende en el inicio al primer ciego, contagiándose. Al examinar a la víctima no logra comprender el porqué del cambio, descarta teorías y, cuando se encontraba ordenando sus libros de medicina, perdió la vista. Toma la decisión de informar al director clínico del hospital sobre el peligro para que después él lo informe al ministro. Su actitud es inicialmente calmada, racional y controlada, ya que no cae en el pánico cuando de pronto ve todo en blanco, y también al ingresar al psiquiátrico. Con el paso de los días aún mantiene rezagos de pudor y vergüenza, pero poco a poco se desespera y desanima aunque sin caer en actitudes violentas o impulsivas, solo tristes.

- La chica de gafas negras: otra paciente del oftalmólogo. Tras asistir a consulta cuando apareció la primera víctima, tiene relaciones sexuales con un hombre y termina por quedar ciega. Tenía una vida de libre sexualidad, cobrando a cambio de sexo a los hombres que le gustara, pero es una de las personajes que más sorprende no solo porque en el manicomio adopta una actitud protectora para con un niño y amable con la mujer del médico, sino que el propio narrador refleja esta sensación de manera explícita.

- El viejo de la venda negra: llamado así por tener un parche en el ojo. No perdió rápidamente la visión, sino que permaneció durante algunos días en su cuarto observando la decadencia de la sociedad mientras la plaga blanca avanzaba hasta que le tocó el turno. Se lamenta de su condición física y de su edad, aunque no es ajeno a las injusticias ajenas cuando decide esforzarse por recuperar la comida robada, recriminando a quien sin participar estaba exigiendo a otras que lo hicieran.

- El primer ciego: con él comenzó todo. Se queda ciego en su auto y es llevado por un desconocido a su propia casa, ya que aquel se ofrece a manejar el carro. Pero es víctima de robo pues el buen samaritano se lleva el auto (se aclara que sin esa intención en un inicio). Mantiene una actitud dominante con su esposa, aunque sin ningún tipo de violencia física. Su miedo lo lleva a intentar proteger su “dignidad de esposo” con recelos de lo que puedan intentar cometer otros ciegos, aunque no sale triunfando.  

- La mujer del primer ciego: contrae la ceguera después de su esposo. Durante los primeros días en la reclusión se mantiene callada y tranquila, pero luego adopta una actitud autónoma cuando se libra de los recelos y negativas del primer ciego. De hecho, a comparación de él, intenta arriesgar todo lo que sea posible con tal de seguir sobreviviendo, especialmente por obtener aún la comida.     

Portada de la adaptación cinematográfica

Forma

Valga decir: los párrafos son extensos y muchas oraciones también. Pero, don´t panic, la novela es casi fluida en el correr de la prosa pues mientras adopta la perspectiva de tal personaje, pasa hacia el otro durante las conversaciones y así se realiza un ping-pong de diálogos sin detenerse. En otras ocasiones, algunas escenas también sirven como excusa al narrador para insertar opiniones que a su vez pueden enlazarse con la posición moral de otro personaje más. Especialmente en la prosa, todo se encuentra conectado.

Pero no todo es perfecto. Y es malditamente curioso que justo en este aspecto la novela tenga su principal problema, más que una trama no muy original (aunque entretenida). ¿Por qué el título? Lo que convierte este libro en un texto con la marca de Saramago es la combinación de una trama ficticia con reflexiones explícitas propias de un ensayo. Para algunas personas será incómodo que por momentos las digresiones puedan peligrar en convertirse panfletarias, no de un partido o ideología políticos, sino de las opiniones del narrador. Y en lo personal creo que ello es más bien una característica original de la novela, y no de por sí un aspecto positivo o negativo. El problema recae en que esa “casi fluidez” se deba a este aspecto, que en varios momentos rompe el discurrir de las escenas o de los pensamientos de los personajes. Parecería que el camino fuera llano, pero que en algunos momentos el auto o prosa tropezara por la intervención de un narrador ensayístico. Hubiera preferido que tales digresiones aparecieran solo al inicio del párrafo o de los capítulos, mezclados con la situación de los personajes, para que no se presentaran tantas interrupciones.

Sección spoiler: ¿novela fantástica o de ciencia ficción? 

Solo por si no quedó claro, te destriparé el libro y si no deseas saber cómo termina o no te importan en absoluto estos detalles, entonces eres bienvenido a esta mini-sección. Bien, en varios sitios de internet (sí, incluyendo Wikipedia, pero no es confiable para veredictos teóricos) he leído que Ensayo sobre la ceguera es una novela de ciencia ficción. Probablemente haya quienes lo definan solo como una novela fantástica; entre ellos me encontraba yo cuando empecé el libro. Sin embargo, el asunto no es tan sencillo y logra en realidad enriquecer al contenido del libro.

La novela inicia con un hecho imposible, pero real en la trama: la gente pierde la vista sin ninguna explicación. Su efecto es la sorpresa en los personajes, inclusive en el oftalmólogo que no logra explicar el fenómeno mediante la ciencia, mediante alguna racionalidad. Es decir, se pierde la posibilidad de que el texto pase de lo fantástico a la ciencia ficción. Así se mantiene la historia hasta momentos avanzados de la cuarentena, en especial cuando aparece el viejo de la venda negra con su relato sobre la pérdida de la civilización gracias a la extensión de la plaga. Miguel Ángel Moreno, un teórico de la literatura, plantea en Teoría de la literatura de ciencia ficción que el género se define por la improbabilidad de que el mundo de la ficción se corresponda con nuestra realidad con medios actuales, pero que podría llegar a ser. Y es lo que ocurre en el momento mencionado de la novela, ya que el final de la civilización no es un hecho imposible a pesar de que la ceguera del libro tiene un origen fantástico. El aspecto “cienciaficcionero” se genera gracias a la existencia inicial de un elemento fantástico, el cual a su vez reaparece en las últimas páginas cuando, también de pronto y sin explicación alguna, la ceguera desaparece.

Así que no es ni una novela fantástica ni de ciencia ficción, sino una combinación de ambos en el siguiente esquema: fantasía (inicio) – ciencia ficción (desarrollo) – fantasía (desenlace). Visto de esta manera se observa que la novela es dinámica a nivel de género literario y, por ende, valiosa en aspectos más allá de la crítica social o de personajes con desarrollo psicológico. Finalmente, es el desarrollo de los mundos ficcionales el causante de que los textos tengan tal o cual género literario, y mientras en algunos ejemplos los libros pertenecen totalmente a uno, otros como este caso de Saramago transitan de uno hacia otro, y regresan.

Detalles técnicos:

* Utilicé la edición de 2007 de Punto de Lectura

Género: Fantasía/ Ciencia ficción

Editorial: Punto de Lectura

Año original de publicación: 1995

Número de páginas: 329


Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO