24 Jul
RESEÑA: El abrevadero de los dinosaurios, de Daína Chaviano

Dentro del contexto cubano de la segunda mitad del siglo XX en el cual imperaba el realismo socialista o ese afán por representar directamente problemas sociales, la escritora Chaviano logró crear un puñado de obras de géneros distintos. Entre algunos, se hallan Los mundos que amo (1980) y Fábulas de una abuela extraterrestre. Y el último libro que publicaría en su país antes de retirarse sería el del título.

En 1990 apareció El abrevadero de los dinosaurios, una obra ucrónica que explora la posibilidad de que estos seres no se hayan extinto; mas bien, viven en la actualidad apartados de los seres humanos y con una cultura propia. Si la premisa es interesante, lo es todavía más la posibilidad de su publicación sin censura en los 90´s, pues, como se notará, el aspecto principal es su crítica social a las costumbres y prejuicios de la época. No conozco la historia de su recepción dentro de la comunidad lectora, pero se suele afirmar que fue un símbolo para una generación disconforme con su sociedad y la limitación de la libertad.

Adentrémonos. No es plenamente una novela, pero tampoco un libro de cuentos como tal. Se compone de varios relatos y estampas literarias, ubicados ambos en el mismo mundo. No solo significa que todos los personajes provengan del mismo mundo, sino también los elementos en común como las costumbres de los dinosaurios, las zonas especiales de su tierra y títulos de libros ficticios. Sin embargo, y como mencionaba, contiene estampas además de cuentos. ¿Qué son? Pues situaciones, escenas, sin un desarrollo narrativo imprescindible como el de los relatos ya que no contiene ningún conflicto a desarrollar. Se concentran en presentar la cultura de los dinosaurios cual libro de antropología, inclusive con listas enumeradas. Por supuesto, con su toque humorístico.

Daína Chaviano. Fuente: El Comercio 

En total contiene 70 textos entre relatos y estampas. Obviamente, resumir todos seria infructuoso, pero es interesante detenerse en algunos ejemplos para que veas en esencia su contenido. Por ejemplo, en “Génesis”, el primero de todos, ya se nos plantea una de las ideas centrales del libro:

La primera vez que alguien vio un dinosaurio creyó que estaba loco. Y no porque el aspecto del animal sugiriera escenas de pesadillas, ni porque su actitud fuera amenazante (solo mascaba yerbitas con la panza al sol); sino porque todo ser humano, desde la prehistoria hasta la Era Espacial, sabe que los dinosaurios se extinguieron mucho antes de que surgieran los hombres.

Los saurios son representados como criaturas generalmente inofensivas con un alto grado de raciocinio y capacidad sentimental. En contraste, aunque gradualmente los seres humanos le pierdan miedo, en varios momentos se mantiene ese distanciamiento clásico hacia una especie distinta, lo que genera prejuicios y malentendidos hacia los dinos. Es así que uno de los principales recursos es el contraste tanto para proyectar en los dinosaurios una serie de valores deseados como para ridiculizar el comportamiento de las personas en las historias debido a su cerrazón mental.

Por ello, algunos de los temas más interesantes son:

  • Sexualidad: y no solo sexo. La dinosociedad se caracteriza por vivir sus vidas sin burlas hacia el otro, de modo que cada uno como individuo pueden formar su carácter, en contraste con los episodios en los cuales entran en contacto con los humanos. Por ejemplo, en “Romanza ambigua” un dinosaurio entra en contacto con humanos, quienes intentan definirlo como varón o mujer no por aspectos biológicos, sino por su vestimenta y comportamiento (si usa collar es dinosauria o si levanta pesas es un dinosaurio). En otras palabras, el texto y en sí el libro critica los roles sociales que definirían a una persona en uno u otro modelo de acuerdo a su sexo. Además, se explora el subconsciente como parte de los deseos no solo sexuales, sino esenciales, como el anhelo de algunos de estos seres de convertirse en dragones.
  • Religión: de por sí el tema es complejo y en el libro se plasma esta condición. De hecho, las religiones tal y como la entendemos (adoración a una divinidad) cobran sentidos distintos en la sociedad dinosauria ya que, al ser cada criatura un mundo único, no existe un consenso sobre deidades a las que venerar. En “Auto-da-fe” se da a entender esa imposibilidad comunicativa entre saurios y humanos, pues los segundos no pueden comprender si realmente los primeros adoran a algún dios o dioses.
  • Progreso y paz: en “Imagen del héroe” se explica la concepción de “héroe” para un dinosaurio no como un guerrero bélico, sino como un sujeto que haya aportado al progreso de su comunidad; para el caso humano, serían los científicos como Alexander Fleming. La idea de una sociedad concentrada en su avance tecnológico y una vida pacífica en lugar del culto a la guerra queda implícita inclusive en las estampas, pues los dinosaurios mantienen una vida tranquila en el presente de la historia; se dedican a comer, descansar, resolver sus dilemas existenciales, etc. Pueden tener problemas, pero ninguno es a gran escala.
  • Individualidad: el respeto al otro, la libertad para ejercer la sexualidad, las no generalizaciones… Es uno de los ejes más importantes pues la crítica compartida entre los temas abordados de carácter social es el gran daño provocado por la marginación. Por ello, cuando los dinosaurios se encuentran con los humanos se produce un desfase moral en el cual cada uno no puede comprender por qué el otro tiene su visión de mundo. Y en el contraste, los primeros salen ganando.

Sin embargo, tiene lo que considero un gran defecto: el mensaje social por sobre el valor narrativo. No quiero ser malentendido: coincido con prácticamente todos los discursos defendidos por la obra, pues pone de relevancia un sistema de progreso humanístico y sostenible en el que predomine la paz y empatía social frente a la guerra y la hipocresía entre las personas (que conlleva a los prejuicios). Sin embargo, el estilo casi directo de la crítica (“casi” porque se construye mediante los dinosaurios) les quita fuerza narrativa a las pequeñas historias. No a todas, pero sí a varias. Este punto se puede comprender mejor cuando comparamos otros textos de ciencia ficción con un gran contenido crítico-social, como Guía del autoestopista galáctico o Crónicas marcianas, en los que el mensaje se complementa muy bien con la historia y no la opaca. Los temas antes mencionados son muy obvios y quedan claros tan solo en la construcción de la dinosociedad. A veces pareciera que quien narra expusiera con fervor su posición utilizando la ficción como excusa. Véanse estos fragmentos:

Cada dinosaurio se considera un individuo original e irrepetible, y piensa que el resto también tiene derecho a considerarse de igual modo.

Los humanos nunca entenderán esto. (“Boceto de identidad”)

Las escuelas, calles y plazas saurias jamás llevan el nombre de un guerrero, sino de bardos como Shakespeare y Colaviva, músicos como Bach y Croante, escultores como Miguel Ángel y Rudapata, filósofos como Platón y Soñadán… Estos son los grandes héroes de los dinosaurios, para quienes la sabiduría y la nobleza del pensamiento creador son los dones más preciados de toda especie racional.

Como puede verse, en esto último también superan a los seres humanos. (“Imagen del héroe”)

A pesar de que me disgustó esa característica, existe una razón por el contexto. En una entrevista ofrecida al podcast “Libros de arena” explica que cuando lo publicó en Cuba en 1990 existía no solo censura, sino una oda al colectivismo por parte del gobierno en desprecio de la individualidad de las personas, además de campos de “regeneración” para homosexuales llamados UMAP. Con tal estilo de vida, Chaviano escribió el libro no para sus compatriotas, sino para el mundo, de modo que la crítica esgrimida quedara clara como respuesta indirecta a los abusos del gobierno cubano, y de paso de su sociedad.

Primera edición (1990)

Aun así, dentro del libro hay otros textos en los que la crítica no solo está presente, sino que contiene un buen sustento narrativo. En “Pasatiempo del noble” un dinosaurio se muda a la sociedad humana criando sus propios animales, como ranas y salamandras, de modo que es mal visto por el resto en obvia referencia al entrometimiento a la vida ajena. O en “Lección de historia” se reflexiona sobre los estereotipos sexuales en la historia de un intento de convivencia entre ambas especies, arruinada por personas que intentan encasillar en sus parámetros a los dinosaurios (por qué hay dinosaurias que no tienen parejas, por qué algunas deciden invitar tragos en lugar de ser invitadas, entre otros asuntos).

La cultura dinosauria es construida con cierta autonomía, es decir, con sus propios rasgos de acuerdo a su fisonomía y conducta. De hecho, varios de los textos se centran en ellos independientemente de algún tipo de contraste con los humanos. Este es uno de los mejores aciertos del libro al ofrecer una visión cómica, casi absurda y a la vez lógica, de la etología dinosauria. Sus tipos de hábitat, las clases de dinosaurios, sus fetiches, entre otros detalles se elaboran en estampas literarias muy divertidas e imaginativas. Algunos inclusive introducen sí la crítica social, pero con un gran ingenio ficcional. Por ejemplo, “Ballet aéreo” nos explica la inclusión de dinosaurios machos a un deporte considerado antiguamente para “damasaurias” y finaliza con una reflexión sobre el caso humano; un último golpe reflexivo estratégico.

En resumen, considero que el texto tiene valor literario tanto como histórico y crítico-social. Contiene una buena construcción de mundo, variedad de textos entre narrativos y descriptivos y un humor ingenioso en el comportamiento dinosaurio, además de reflexiones sociales muy importantes sobre el respeto al otro, al distinto, sea cual sea el criterio. Sin embargo, en varias ocasiones la ficción queda subordinada al mensaje en textos hechos como excusa para tal fin, de modo que se pierde ingenio y se cede al simple discurso explícito. Un buen texto de ciencia ficción, pero no de los mejores que pude leer. 3.5/5

Detalles técnicos:

Género: Ciencia ficción

Editorial: Huso

Año de publicación original: 1990

Año de la presente edición: 2018 (segunda edición)

Nº de páginas: 165



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