La mejor obra de ciencia ficción, la multipremiada, la novela del género más complicada de leer, la space opera más ambiciosa… Pueden plantearse muchas y diversas opiniones sobre la creación más conocida de Frank Herbert, pero no se puede negar su importancia para la sci fi y la propia literatura estadounidense y mundial. Y ahora más que nunca gracias a la nueva película de Villeneuve vuelve a ser colocado en la mira del público.
Originalmente apareció mediante entregas en la revista Astounding entre 1963 y 1964. Primero Herbert publicó las entregas de Mundo de Dune y, luego, de El profeta de Dune hasta que en 1965 los unió en un solo tomo bajo el único título de Dune, primera novela de lo que en aquel entonces el escritor planeó como trilogía. Los años pasaron y por el gran éxito de la obra la historia se amplió con más libros: ocho de la saga principal, una trilogía precuela (Preludio a Dune) y otra trilogía ambientada miles de años atrás (Leyendas de Dune); en total, catorce. El hijo, Brian Herbert, y Kevin J. Anderson escribieron los dos últimos libros de la saga principal, así como esas otras dos trilogías. Ante una continuidad tan vasta, ¿cómo empezó todo?
Frank Herbert
Aunque ocurran muchas subtramas y aparezcan varios personajes, hay un hilo conductor: el conflicto entre tres poderes políticos. Ambientado durante los años 10000, la humanidad habita distintos planetas a lo largo del universo. La Tierra como la conocemos ya es como una reliquia y cada sociedad ha establecido su propia cultura y sistema de comercio y organización, como el feudo. Es así que una de las casas nobles, la de los Atreides, recibe el encargo de parte del emperador para regir sobre el planeta desértico Arrakis, también conocido como Dune. Sin embargo, el duque Leto Atreides supone las intenciones ocultas tras ese mandato, pero de todos modos decide obedecer para evitar algún posible conflicto político más allá del ya mantenido con los Harkonnen, especialmente con Vladimir Harkonnen, su archienemigo y principal gobernante del lugar al cual debe dirigirse.
Los mapas ayudan mucho a ubicarnos en las variadas zonas geográficas, pero de entre todas te recomiendo tener presentes las siguientes, principalmente:
Dune es una obra en tres actos, tres de extensión distinta pero extensa: 1) el descubrimiento de Arrakis por parte de los Atreides; 2) Paul, el profeta; 3) el encuentro definitivo entre Atreides y Harkonnen. El desarrollo es lineal en tanto que no surgen tantos flashbacks y casi siempre ocurre algo nuevo que avanza la trama hacia una dirección, la tercera y cierre del conflicto principal ya mencionado, el de la lucha de poderes. Si bien esta perspectiva panorámica pareciera convertir al libro en uno simple, resulta todo lo contrario. Veamos.
El camino del héroe es abordado de manera magistral (profundizaré un poco más en la psicología de Paul en el siguiente apartado). Usualmente, estas tramas pueden tender al ensalzamiento del protagonista, quien, aunque sufra varios reveses, conseguirá sus objetivos y será reconocido por los demás. Paul no rehúye a este tratamiento, sino que a partir del mismo muestra los costos y consecuencias de ser justamente eso, el héroe, aquel que en teoría debería traer bienestar para otras personas, en este caso para su gente. Esta nueva perspectiva brindada por él no impide que su recorrido en la trama sea coherente en tanto que para poder conseguir sus objetivos debe enfrentar una serie de pruebas, como cuando se encuentra con los fremen, el pueblo del desierto, y entiende que no le bastará su entrenamiento en combate, sino modificar su cosmovisión para adaptarse y a la vez renovar la cultura de aquel grupo.
Su construcción de mundo es muy destacable. Es necesario comprender que el ritmo o velocidad con que transcurren los sucesos no es veloz, sino pausado, algo no necesariamente negativo para lo que se pretende contar y en parte, precisamente, por el worldbuiding. No hay capítulos enteros dedicados a describir cómo se componen los mundos, cuáles son sus grupos sociales ni el trasfondo histórico, sino que todo aquello se desarrolla en los diálogos y en varios pasajes en medio de las escenas. Un ejemplo es el comienzo cuando Jessica recibe la visita de la Reverenda Madre para que su hijo sea puesto a prueba; tal armado de situaciones, descripciones y diálogos es el resultado del gran trabajo de Herbert, pues ya nos indica que su novela es feudal, que los protagonistas pertenecen a la realeza, que existe más de un planeta habitado por humanos, que la concubina real y madre del protagonista pertenece a un grupo importante denominado Bene Gesserit y que Paul realizará grandes hazañas. Además, Arrakis, el planeta central de esta primera novela, se siente real en tanto se expone la dinámica de su ecosistema y la relación entre sus habitantes, principalmente los fremen, y el medio ambiente. Y a su vez enriquece las implicancias políticas y económicas de las decisiones de los personajes, ya sea por la explotación excesiva de los recursos hecha por los Harkonnen o el intento por administrar los bienes del desierto por parte de los Atreides, todo en el contexto de la especia e importancia del planeta para el comercio interplanetario.
Lo que nos lleva al tema principal de la novela: la ecología. Según el diccionario de la RAE, el término designa a la ciencia que estudia la interrelación de los seres vivos entre sí y con el medio que les rodea. Va más allá de tener en mente la imagen de un árbol, agua y paisajes bonitos o el cuidado de los recursos naturales. Lo menciono, ya que es genial la perspectiva del libro sobre el tema. No se aborda de manera inocente, simplista, con un mensaje importante pero insuficiente acerca de cuidar el planeta en el que vivimos. Arrakis no es un hábitat amable, sino salvaje, riesgoso, y la novela contrasta el accionar de sus duques con la de sus habitantes, de nuevo los fremen, quienes al vivir en el corazón del desierto han aprendido a vivir con la tierra. Procuran adaptarla a sus necesidades a partir de las características de las zonas, como su calor extremo, la escasez de agua o la existencia de los gusanos de arena. El segundo tema más importante, el de la lucha de poderes, se ve así supeditado a la interacción económica de los humanos en su afán constante de sobrevivir para luego vivir, y en medio de ese proceso se presentan nuevas aristas como el estilo de vida religioso de estos supervivientes, las diferencias culturales entre los extranjeros (Harkonnen y Atreides por igual) y los nativos, etc. Consideremos, como la cereza del pastel, que tal abordaje lúcido y múltiple se da en un libro como este de los años 60, medio siglo antes de nuestra época verde y ecologista.
Primera portada en 1965
Antes de analizar a los más importantes, es preferible esbozar los grupos humanos más relevantes de este primer libro.
Y los personajes más relevantes que se conocen desde los primeros capítulos son:
Póster de la adaptación cinematográfica en 1984 hecha por David Lynch
El alto nivel de calidad de Dune no se completa en la trama y en los personajes, sino aquí, donde se observa el estilo peculiar utilizado por Herbert. El trabajo en prosa y estructura de historia es muy rico en detalles y laboriosidad, aunque el resultado final no sea la de una novela compleja, y es esa habilidad, la de hacer un libro complejo en uno entendible lo que otorga mayor mérito al libro. En concreto, me refiero a la estructuración de los eventos, a los diálogos y a los paratextos.
Se compone de tres partes, denominados como «Libros» en la traducción. Cada uno tiene capítulos no enumerados que se diferencian entre sí por los cambios de página y de enfoque más escena. Si en un capítulo se está narrando la expedición al desierto con los personajes de Leto y Kynes, en otro se aborda el diálogo entre Vladimir Harkonnen y su mentat. O si dos capítulos seguidos tratan de los Atreides, los tiempos y situaciones habrán variado. Es un detalle a simple vista accesorio y simple, pero demuestra como carta de presentación el dominio por parte del autor de la distribución de su historia.
Y a propósito de ella, como mencionaba en el apartado de trama, esta no es una novela de ritmo ágil ni precipitado, aunque no carezca de escenas con gran acción. Una novela simple en su hechura independientemente de su cantidad de páginas podría contener un único clímax relevante con todo lo que ello implica, pero aquí existen por lo menos dos: el asedio de los Harkonnen en Arrakeen y el enfrentamiento entre Paul y Vladimir. Para cada uno existen puntos de quiebre y giros de trama elaborados con paciencia, lo que a su vez significa que nada aparece porque sí como un deus ex machina o guionazo. Por ejemplo, para la batalla en la capital de Arrakis se necesitó de una introducción —la vida de los Atreides en Caladan—, de un detonante—el encargo imperial a los Atreides de gobernar el planeta—, de un punto de giro —la presencia de un traidor entre los protagonistas— y de otros elementos más (que no revelo para quienes no hayan leído ni visto las películas). Como si leyéramos una bilogía contenida en un solo libro, Dune es ambiciosa y consigue lo que anhela: narrar un camino del héroe espacial con sus luces y sombras.
Los diálogos no se hallan menos trabajados. Gran parte está narrada mediante ese recurso y es así que los personajes cobran vida, demuestran personalidades más marcadas e independientes. Mas lo que realmente resalta de los parlamentos son la lucha de objetivos e análisis mutuos entre los personajes (similar a la escena del combate de béisbol entre Kira y L de Death Note). En el caso de Jessica es fácil esperarlo y notarlo dada su formación como Bene Gesserit, pero los demás no se quedan atrás. Por ejemplo, una larga escena de comida puede decirnos mucho de sus participantes con la mediación precisa y suficiente del narrador:
—Me gusta ver cómo vuelan los pájaros en Arrakis —dijo el banquero a Jessica—. Como es de esperar, todos nuestros pájaros son carroñeros, y muchos logran sobrevivir sin agua porque se han convertido en bebedores de sangre.
La hija del fabricante de destiltrajes, que estaba sentada entre Paul y su padre al otro extremo de la mesa, hizo una mueca con su hermosa cara y frunció el ceño.
—Oh, Suu-Suu, decís cosas muy repugnantes —exclamó.
El banquero sonrió.
—Me llaman Suu-Suu porque soy el consejero de finanzas del Sindicato de Vendedores Ambulantes de Agua. —Como Jessica continuaba mirándolo en silencio, añadió—: Porque es el grito de los vendedores de agua: «¡Suu-suu-Suuk!».
Imitó la llamada con tanta perfección que muchos de los que estaban en la mesa se echaron a reír.
Jessica percibió la fanfarronería que emanaba de su tono de voz, pero también notó que la joven había intervenido en el momento justo, como si estuviera preparado. Su comentario había dado pie al banquero a decir lo que había dicho. Miró a Lingar Bewt. El magnate del agua estaba ceñudo y se afanaba en la comida. Jessica se dio cuenta de que lo que el banquero había dicho en realidad era: «Yo también controlo la fuente de poder más importante de Arrakis… el agua».
¿Y qué son los paratextos? Son aquellos componentes textuales de un libro que no forman parte de la historia principal: título, subtítulos, citas, dedicatorias, etc. Al inicio de cada capítulo, siempre se introduce el fragmento de un libro… ficticio. Conforme se leen los primeros capítulos ya se puede comprender que todo lo narrado sucedió en el pasado que alimenta el contenido de esas obras, escritas por personajes del universo de Dune. Su función no es la de ampliar de manera innecesaria las páginas cual adornos, sino la de ayudar a construir la composición de este mundo con base en dichos, sentencias y afirmaciones. El abordaje de los temas se enrique por medio de esos pasajes, varios de los cuales bastan para que uno como lector se detenga a pensar qué quiere decir y cuál es su relación con el contenido del capítulo en curso. Una muestra:
A la edad de quince años, ya había aprendido el silencio.
De Historia de Muad´Dib para niños,
por la princesa Irulan
Por último, al final del libro hay algunos apéndices —sobre ecología, religión y el plan de manipulación genética— que también tienen como fin ampliar el worldbuiding. Es cierto que lo narrado en la trama principal se puede comprender, pero la ambientación en un futuro lejano más la creación de planetas habitados hacía necesaria mayor información. Y tal falta es suplida por los extras que, inclusive, mejoran a personajes como Liet y el grupo de las Bene Gesserit. Ah, e incluye un glosario para comprender y recordar la terminología del texto.
Las ilustraciones de Nova fueron realizadas por Sam Weber
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La reseña, prácticamente un análisis con la menor cantidad de spoilers posible, es extensa hasta para mí. Y de todos modos no agoté todo el contenido de la creación herbertiana, ni mucho menos, debido sí a la cantidad de páginas, pero, sobre todo, al contenido rico en temas y elementos diegéticos o propios de esta ficción logrados por algo como Dune, la novela ecológica y de ciencia ficción apta hasta para los no fanáticos del género, de aquellos lectores sibaritas.
Detalles técnicos:
Género: Ciencia ficción
Editorial: Nova
Año original de publicación: 1965
Año de la presente edición: 2019
Nº de páginas: 780