No es que nunca hayan existido publicaciones periódicas sobre terror, sino que aún hoy en la era digital los miedos a la oscuridad, lo malvado y lo sangriento siguen vigente. Y la revista de esta ocasión es un ejemplo de ese afán persistente no solo por presentar historias de tal estilo, sino por agrupar a una comunidad lectora con el gusto en común por la literatura de terror.
Que mejor, entonces, que aprovechar el mes de octubre para explorar la primera edición de Vuelo de cuervos, publicada el mismo 31 de octubre de 2014. Como es de esperar, abre con un especial dedicado a Halloween con historias ambientadas en ella. Pero no nos adelantemos. La revista, de origen español, es dirigida por Lorena Raven, Raven Pink y Soraya Murillo, nombres que aparecen en la segunda página como parte de la dirección. Además, aparecen muchos otros nombres como los autores de los relatos porque, como en prácticamente todo magazine, las plumas son diversas.
En cuanto al contenido, tenemos más que cuentos. Las 126 páginas se proponen ser no solo un muestrario de relatos, sino un esbozo del terror en sus diferentes expresiones culturales, inclusive bordeando la propia realidad. Por ejemplo, algunos apartados nos “hablan” de lugares con pasados oscuros, como el parque River Country de Disney, o los panes con forma humana de Kittiwat Unarrom. Son relativamente breves y perfectos para leerlos en unos minutos de descanso.
Otros apartados contienen entrevistas a escritores contemporáneos sumergidos en el horror, lo cual nos expone un poco de lo que hoy en día se produce de manera independiente, sea a nivel editorial o de la autoedición. Un poco de leyendas y mitos aparecen como suspiros en algunas páginas, también, por si lo prefieren, y algunas ilustraciones acompañan todo lo anterior, además de surgir como catálogos cortos de artistas plásticos. Música, novela gráfica y alguna otra rama de arte desenfadado que olvide, todo ello se encuentra surtido en un primer número que al menos no deja al lector en el aburrimiento, justamente por esa diversidad.
Y, ahora sí, a los cuentos. Algunos se encuentran dispersos a lo largo de las páginas, pero libres del eje temático al que sí están inscritos los primeros porque, como mencioné, Halloween es el especial literario esta vez. En total hay 12 relatos en ese último grupo, al que se sumarían más de cinco con un aproximado de 20 historias. Nada mal en cantidad, pero…
En otras reseñas de revistas mencionaba que la variedad de autores permite que la calidad de sus ficciones varíe, y es entendible. No todos escriben tan bien ni desarrollan historias más originales que el otro. Sin embargo, no deja de ser un poco decepcionante el hecho de que no se filtren textos que no terminan de funcionar como cuentos, como buenos cuentos. Y lo menciono aquí no porque todos sean pésimos y no provoquen horror o asco; de hecho muchos se acercan a ello. Sin embargo, uno de los principales problemas a nivel general aquí es el efectismo: el uso de recursos discursivos que, con probada efectividad previa, son incluidos para provocar reacciones primarias sin gran complejidad; como los screamers en las películas. Sicópatas o personas que asesinan por asesinar con alta dosis de sangre (“Román y Diana”, “La fiestas de las calabezas”, “Las sombras de hallowmas”, “El asesino de la dalia negra”, etc), personajes que al final resultan ser los fantasmas, sujetos melancólicos que gozan de la muerte (“Siempre a su lado”), etc. Todos son elementos que pueden notar en otras revistas o libros similares y que, aunque bien pueden ser disfrutables, no ameritan mayor calidad como sí lo merecen los clásicos del terror.
Por otra parte, el lirismo no es sencillo de manejar, y menos cuando se utiliza como una manera muy forzada o plástica para intentar construir una atmósfera, gótica en este caso. Las malas puntuaciones, los ritmos cortados (“El visitante escondido”), también se suman a la lista de puntos formales que reducen el nivel. Y menciono todo esto no con un afán destructivo ―que ya parece―, sino para invitar a que los escritores, y tú o yo como lector, se exijan o nos exijamos a cosechar la literatura de terror que quedará, como en su momento lo hizo Lovecraft y compañía al publicar en revistas pulp.
Felizmente, no todos los relatos sufren de todos esos defectos y, en cambio, algunos brillan por sobre el resto sea por algunos o mayores aciertos sin ser necesariamente joyas.
- “La maldición”, de Juanma Nova García: una mujer que antiguamente fue azotada por su pueblo regresa en la noche de brujas para vengarse de ellos, invocando una maldición que les proporcione la misma soledad padecida por ella. La ambientación logra recrear de manera sensorial el paisaje nocturno bajo el cual la protagonista deambula, aunque por momentos dichas descripciones puedan parecer un poco exageradas. De todos modos su brevedad le da mayor fuerza a ese final con un giro de tuerca trágico.
- “Lo que está por venir”, de David Carrasco: se cuecen tres historias en un mismo centro comercial durante Halloween. Abdelali camina presuroso con una mochila en mano por motivos desconocidos, mientras Rut y David se hallan disfrutando de una comida juntos y Héctor, el guardia de seguridad, empieza a sospechar de Abdelali, su prisa y el paquete que carga. La trama es sencilla, pero la manera lúdica del juego de apariencias sobre quién es realmente el peligro en la trama logra mantener la tensión hasta el clímax.
- “La promesa”, de Soraya Murillo: la pareja femenina de un sujeto fallece y él, esperanzado, se prepara durante un 31 de octubre para recibirla nuevamente ―inclusive durante la impaciencia de la espera escribe un buen cuento breve de terror sobre una muñeca con vida. Al fin y al cabo se supone que los muertos regresan del más allá para visitar a sus seres queridos durante esas fechas. Si bien la resolución no es original, la prosa se encuentra relativamente cuidada lo cual invita a disfrutar del cuento. Además, el relato de la muñeca es aún más terrorífico que la trama principal, inclusive más que el resto de historias en la revista, pues se nos narra la convivencia conflictiva de una niña con el juguete, con quien a su pesar debe jugar por orden de su madre. Su final es perverso.
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Detalles técnicos:
Año de publicación: 2014 (octubre)
N° de páginas: 126