RESEÑA: Mordedor #1

Casi siempre es una ilusión concretizada observar el primer número de una revista, pues implica tanto riesgo por empezar un proyecto semejante, como pasión por el tema de la publicación, en este caso la literatura. Mordedor, una revista argentina de fantasía y ciencia ficción, ha sido publicada en 2020 no mucho tiempo después de hecha esta reseña y que mejor que estos meses para darse una vuelta por sus páginas.

Fue publicada en enero del año ya mencionado. Sus directores son Nazarena García y Roberto Bayeto, quienes —según la nota editorial— pretenden ofrecer una revista gratuita y de calidad con autores de diversos países. Como propuesta, no es muy distinta a otras publicaciones como Próxima, Relatos Increíbles o Quinta Raza, pero es cierto que, como se notará más adelante, se han esmerado en el cuidado de una edición más que aceptable. Las ilustraciones y diagramación invitan a la lectura con una disposición ordenada del contenido entre texto y texto. Por ejemplo, dos de los relatos tienen una imagen significativa para su trama.

Al menos en este número no existe un tema eje, por lo cual tampoco se presenta unidad temática alguna; su contenido es muy disperso. A grandes rasgos, contiene cuentos y artículos de temas varios. En esta ocasión, los artículos abordan los temas de las invasiones extraterrestres (Marcelo Rolandi), la física sobre la relatividad y el espacio-tiempo (Claudio Pastrana) y la utopía en la ciencia ficción (Jorge Luis Rumbo). El inconveniente surge aquí a propósito de la argumentación, pues en el texto de Rumbo no se termina de diferenciar la anarquía de la utopía; acaso fueran conceptos similares, y no lo son. Por otra parte, el de Pastrana puede ser disfrutable para alguien que conozca sobre física, pero para un novato como yo es casi inentendible. Mea culpa.

La mejor parte se la llevan los relatos, sin duda, pues cada uno logra entretener con tramas que se esfuerzan en ser originales. En total tenemos tres, todos de diferentes autores, y si existe un rasgo en común ese es el giro de tuerca, pues en un inicio parecen historias de corte realista hasta la aparición de cierto suceso o dato vital.

• “La casa que crecía”, de Armando Boix: en una casa se necesita conseguir algún conserje nuevo, por lo cual llega Ramón Ferrer a intentar conseguir el puesto. Es recibido por Ortega, el conserje todavía en funciones, para explicarle la estructura del hogar y las responsabilidades de su mantenimiento. La situación no parece tener ningún problema, pero en cierto momento Ramón se dará cuenta de la particularidad en el pasamanos de la escalera. El desarrollo es lineal y sencillo, pero muy tétrico y hasta grotesco.
• “Depósito a plazo”, de Armando Rosselot: Rivera labora en un banco sin mayores inconvenientes. Un día atiende a una persona con apariencia de indigente, quien deposita mucho dinero a su cuenta de ahorro. Su vida transcurriría de manera apacible si no fuera por las posteriores apariciones del sujeto con la misma acción y el mismo monto, rutina que terminará por preocupar a Rivera sobre el origen del sujeto y su dinero. La resolución de esta historia es compleja y desentona con todo lo anterior, pero es muy aceptable. Al fin y al cabo, trabaja la ciencia ficción sin premisas muy obvias.
• “Son como insectos”, de Roberto Bayeto: no estoy seguro de si el mejor, pero sí es mi favorito. El periodista Dalca recibe información de su amigo policía sobre la población de unos barriales pobres, ya que parece existir cierto misterio sobre ellos y su peculiar costumbre de invadir los hogares de los vecinos más ancianos, fallecidos de manera consecutiva. Aunque al protagonista le parezca una típica situación de discriminación e incomprensibilidad ante personas de bajos recursos, empezará a dudar de su pre-juicio cuando averigüé más sobre ellos y el lugar decadente en donde viven. La inclusión de reportes policiales y cierta ambigüedad a la historia vuelven a este cuento más disfrutable que los dos anteriores.

Finalmente, queda acotar su brevedad. Se puede leer en pocas horas inclusive en el bus o en el tren, por lo cual queda ideal para los lectores con vidas muy ocupadas. Menos de 50 páginas de ciencia ficción y fantasía grotesca. Si quieres leerlo, puedes dar click aquí.

Detalles técnicos:

Año de publicación: 2020 (enero)

Nº de páginas: 42