08 Mar
RESEÑA: Cosmocápsula # 0

Antonio Mora Vélez, Dixon Acosta y David Pérez crearon en 2009 una nueva revista de literatura fantástica y ciencia ficción para Latinoamérica desde Colombia que a la fecha cuenta con más de 15 números. De hecho, ya es una de las revistas colombianas más importantes al menos a nivel de constancia, pues marca un modelo para las nuevas revistas que están surgiendo en la era de las redes sociales en Internet.

Este primer número de Cosmocápsula, curiosamente la versión 0, ofrece sin mayores pretensiones “cápsulas literarias” como menciona David Pérez en el editorial, razón del porqué del nombre. Si bien no se diferencia con otras revistas en tanto que ya existen magazines de estos géneros con cuentos y artículos, al menos desde su fundación se hace honor al título con un símbolo simple, pero hermoso: la cápsula espacial que transporta hacia otros mundos, y aquí literariamente escribiendo.

Vamos a los textos. En total hay 2 artículos sobre la ciencia ficción colombiana (Dixon Acosta) y la película Moon, de Duncan Jones (Juan Diego Gómez). También 7 cuentos colombianos, uno costarricense y otro peruano, junto a poemas cienciaficcioneros. Y para terminar el listado, el número finaliza con 3 reseñas de libros publicados durante la primera década de este 2000.

Debo admitir que me sorprendieron, en perspectiva, los relatos por su calidad decente y gracias a sus historias entretenidas y orgánicas. Claro, hay algunos inferiores al resto mientras que otros destacan (la mayoría), y a estos últimos deseo mencionar a continuación:

  • “La tarjeta”, de Tito Guillermo Contreras: motivado por la curiosidad tras ver una propaganda, Eugenio decide ir hacia un local en donde supuestamente venden tarjetas que aumentan minutos de vida al usuario. La principal advertencia para su uso será utilizarlo solo en casos de extrema necesidad… Y, claro, el protagonista es incrédulo sobre el poder real del objeto. La trama es corta y el desarrollo, aunque un poco predecible, es coherente e interesante por su premisa. Eso sí, el clímax fue muy abrupto.
  • “Xelajú”, de Iván Molina Jiménez: desde 2068 apareció Total Words, una empresa transnacional que empezó a patentar el uso de ciertas palabras hasta controlar el mercado mundial del lenguaje, de modo que fuera obligatorio el pago por neologismos o por utilizar términos comunes. Es así que surge un movimiento revolucionario con el fin de destruir ese poder y volver a la lengua un derecho inalienable. La idea es muy buena y, probablemente, original, aunque hubiera quedado mejor en una trama más larga, inclusive una novela. Repito, la idea cienciaficcionera aquí es muy buena y, para mí, es uno de los dos mejores cuentos de este número.
  • “El Oasis de Palas”, de Antonio Mora Vélez: en el planetoide Palas se ubica el famoso restaurante Oasis del Universo, lugar al cual se dirigen el protagonista, el piloto y una artista para disfrutar de sus platos con carne. En un entorno tranquilo y casi cómico, el problema surgirá por un pequeño, aunque significante, inconveniente en el menú ofrecido. A comparación del tono dramático o tragicómico del resto de textos, aquí tenemos un ejemplo de esa buena ciencia ficción cómica que me recordó a la saga Guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams, salvando diferencias.
  • “Mal de luna”, de Carlos Enrique Saldívar: un astronauta llamado Neil se encuentra en una misión hacia la luna, pero se revela poco a poco su pasado tortuoso en el cual un lobo monstruoso asesinó a su padre y le produjo pavor al satélite. Es de los dos mejores relatos del número no solo por ser una historia interesante que ubica en un espacio típicamente cienciaficcionero al género fantástico, sino por tener un estilo narrativo prácticamente pulido, conciso, adecuado para la manera en que narra los hechos sin guardarse información importante para entender el camino del personaje y el suceso final.
  • “El experimento”, de Henry Rugelis Torres “Gestapó”: un ser cuasi-inmortal producto de experimentaciones científicas se cuestiona el sentido de su propia vida ilimitada, al punto de pretender cometer suicidio aun con la certeza de su inutilidad. No tiene un trasfondo original, pues el tema de la inmortalidad ya ha sido abordado en el género, pero sí resulta entretenido por el giro de tuerca irónico de la segunda mitad en la historia.  

En resumen, resulta ser un buen primer número (que ya es de agradecer) de cuentos sobre la incredulidad, las distopías, los misterios de la naturaleza fuera del alcance del ser humano y las distancias semánticas entre persona y máquina. Gran surtido en menos de 100 páginas, y si lo quieres leer tan solo haz click aquí.

Detalles técnicos:

Año de publicación: 2009 (agosto)

Nº de páginas: 61

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