24 Sep
«Y Deus dijo…» pudo ser una gran novela

Aunque no hay una tradición muy notoria de la space opera en la literatura peruana, algunas obras de este subgénero aparecieron sobre todo durante el siglo XXI. Una de ellas es la presente novela de Tomás Béjar, publicada originalmente en 2014 para Amazon en formato digital, pero también en versión física.  

La historia nos traslada al siglo XXIII en una Tierra postapocalíptica devastada por el cometa Halley. Los científicos supervivientes construyeron dos sociedades antagónicas entre sí: Nuevo Mundo, que se erige como el bando de la justicia y civilización, y Los Centinelas del Hombre, el grupo rebelde escondido en la Antártida. Teseo Romano, un técnico en electrónica, es reclutado para formar parte de la tripulación que viajará hacia Urano con el fin de hallar la fuente del antiguo conocimiento humano dejado allí por los antepasados, antes que lo consigan los Centinelas. Si la premisa parece ser llamativa, es el desarrollo el que realmente contiene el potencial del libro… pero ¿por qué no fue explotado?

Tómas Béjar

Trama 

Debido a su corta duración (un poco más de 100 páginas), la estructura narrativa es sencilla y lineal: inicio, nudo y desenlace. La historia es un devenir constante de aventuras y acción, por lo que si se ignoran todos sus defectos puede ser entretenido; para mí lo fue. Sin embargo, los problemas empiezan con la base: el postapocalipsis. 

Hace aproximadamente un siglo, cayó el cometa Halley y aniquiló a más del 99 % de la humanidad sin distinción alguna de zona de hábitat. Se espera, entonces, que cualquier intento por reconstruir la sociedad tarde mucho tiempo y que no todo pueda ser como antes, o no de manera sencilla. Sin embargo, casualmente sobrevivieron muchos científicos, los suficientes como para reunir a los supervivientes, armar naves espaciales y armas… con menos del 1 % se logra esto en cien años, aproximadamente. Aunque sea ciencia ficción, hay límites para el planteamiento del trasfondo narrativo y, a menos que existiera una razón creíble, no existe mayor verosimilitud para tal desarrollo en tan poco tiempo. Y tal razón no existe; si bien parece que la humanidad previa al desastre consigue un alto grado de tecnología tal que logra esconder su conocimiento en otro planeta, no se explica, aunque sea de manera resumida, cómo los supervivientes se aprovecharon de aquellos posibles avances en la Tierra. 

El desarrollo no sufre de flaquezas graves como el planteamiento, salvo en el primer punto álgido de crisis en el planeta de destino. La historia es lineal, pero entretenida porque siempre en cada capítulo ocurre algo nuevo en pos del avance de la trama, aunque ese algo sea mínimo. Así, hay tres segmentos muy definidos y diferenciados, que a su vez se distinguen en la pre y post búsqueda espacial. El inicio cubre el primer 8 % del libro y presenta el incidente inicial que demuestra la rivalidad entre Nuevo Mundo y Los Centinelas del Hombre para pasar luego a presentar a Teseo en una conversación informal con su amigo, tras lo cual es reclutado sin mayor explicación para la misión hacia Urano. Todo lo que sigue es pura space opera. Queda, pues, así: 1) presentación de Teseo, 2) el viaje hacia Urano y 3) el regreso a la Tierra. Simple y efectivo. 

Personalmente, creo que la escena final es la cumbre de toda la trama y su imagen bien podría ser una de esas ilustraciones que combina ciencia ficción con una atmósfera épica, casi divina. Fiel a esto, la primera parte es olvidable; la segunda, disfrutable; la tercera, buena. 

Portada de la edición física

Personajes

En cuanto a construcción de sociedades, a pesar del planteamiento y su gran error, fue muy acertado que se utilice el ámbito religioso para rivalizar a los dos. Luego de una catástrofe, y sin mayores guías, los humanos buscaron algo a lo que aferrarse, y Nuevo Mundo se erigió como ese ente salvador que operaba en nombre de Dios, mientras que los Centinelas son representados por ellos como los malvados enemigos de la humanidad. La manera de construir esa rivalidad sí pudo ser mejor desarrollada más allá de un conflicto en plena carrera espacial por llegar a Urano, pero al menos hay indicios del cómo los civiles comunes y corrientes son afectados por el fanatismo religioso ostentado por los dirigentes de Nuevo Mundo

En cuanto a sujetos individuales, algunos poseen buen planteamiento de personalidad, diferenciados entre sí al menos entre los más importantes. No obstante, sus voces en los diálogos no se encuentran bien pulidos ni se sienten del todo naturales, mas sí se pueden distinguir sus temperamentos distintos. 

  • Teseo Romano: el protagonista. Técnico en electrónico, a sus menos de treinta años es llamado por el doctor Zeta, líder de Nuevo Mundo, para formar parte del viaje hacia Urano, pero sin saber exactamente por qué. Aunque no se niega, tampoco posee un fervor intenso patriótico por su sociedad, sino que vive su día a día entre el trabajo y la compañía de su amigo Hugueto. Es consciente de la importancia de la misión a la cual es asignado, así como de los posibles problemas que le puede traer oponerse a las órdenes de los altos mandos; inclusive, prefiere mimetizarse con sus compañeros de viaje y no sufrir problemas relacionados al cuestionamiento hacia Nuevo Mundo. Es por ello que sus decisiones en la segunda mitad de la novela pueden ser extrañas para su personalidad.
  • Kira Tanaka: la ingeniera de la nave Prometeo, donde viaja la tripulación de Nuevo Mundo. Tiene una personalidad arisca y malhumorada con los demás, salvo para con Roldan, a quien conoce por años, pero sobrepone su condición de mando inclusive por sobre su amistad cuando considera necesario. Si bien es la más antipática del libro, también es la más consistente durante todas sus participaciones guiadas por la falta de piedad, su desprecio por los Centinelas y su obediencia a Nuevo Mundo.
  • Roldan Zavala: el único amigo de Kira y el personaje peor construido dada su importancia. Durante los primeros capítulos parece ser un tripulante más como Victor y Roy, pero en cierto momento se explora su pasado. Sin embargo, también es malhumorado con los demás, especialmente con Teseo, y luego adquiere aspectos de un héroe cuando se cuestione sobre la sociedad en la que vive. Es cierto que su pasado justifica esto último, pues vivió con personas nómadas en medio del postapocalipsis y observó la crueldad de otros humanos, empero su actitud inicial en la nave lo presenta como un personaje distinto, sin mayor motivo para ocultar sus sentimientos más allá de su contextura gruesa y fuerte.
  • Jacob Mondragón: el capitán de la nave Prometeo. Su papel es sobre todo necesario y no interactúa mucho con el resto de personajes; mantiene su reserva.
  • Arquímedes Amaru: científico de la nave El Mesías, del bando de los Centinelas. Conoce el pasado de Nuevo Mundo y de las falsedades que ostentan como verdades, mas su desenvolvimiento en la trama es un tanto decepcionante para su potencial. ¿Y por qué? Porque su convicción idealista y de lucha contra los que considera como los verdaderos enemigos de la humanidad lo motivan a enfrentarlos, pero esos roces no alcanzan el clímax de la novela como ocurre con otros personajes.
  • Ariel: ingeniera de El Mesías e hija de Arquímedes. Es una joven rebelde y sarcástica que disfruta de los conflictos y combates, una contraparte de Kira en cuanto a manera de ser. No obstante, cuando sus compañeros sean atacados por los de Nuevo Mundo y ella se enfrente cara a cara con ellos, adquirirá una actitud no tan creíble ante cierto desenlace.
Teseo Romano, según el blog del autor

Forma

Tiene 10 capítulos con extensión variable, pero, debido al ritmo ya mencionado en el apartado de trama, no resulta aburrida su lectura al menos en este aspecto. Distinta es la calidad de escritura. 

Resalta el poco, casi nulo, cuidado en la corrección de la narración: falta de comas y puntos, palabras mal escritas, etc. No me refiero ya de por sí a detalles minuciosos que lo sabría trabajar un corrector de estilo o un escritor conocedor en el tema, sino a otros más obvios como haber en lugar de a ver o hecho por echó. También carece de riqueza léxica repitiendo los mismos términos en oraciones o líneas cercanas y posee pasajes con sinsentidos, como el siguiente, que debería ser una pregunta, pero no se parece a una: 

—¿Yo pensaba que este lugar era la sala de monitoreo? pregunta sorprendido Teseo.

Por otra parte, la agilidad de sus escenas sacrifica cualquier indicio de calidad en el uso de figuras literarias de cualquier tipo, aspecto que puede fastidiar a los más exquisitos. Y aún a quienes no, les puede transmitir un resultado rudimentario (de nuevo, si se obvia todos los errores mencionados aquí). 

El producto final es el de una novela no pulida, con muchos aspectos que mejorar para conseguir al menos un nivel aceptable y que evite al lector fijarse en sus errores, sean minuciosos o no. Como propuesta sí que posee un buen potencial en cuanto a trama y personajes, pero sus falencias en los dos apartados y el descuido de su prosa lo convierte en un libro no recomendable, sobre el cual el autor podría trabajar y refinar.

Detalles técnicos:

Género: Ciencia ficción

Editorial: Autopublicado

Año de publicación: 2014

Nº de páginas: 128

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO