RESEÑA: Pandemia Z. Supervivientes, de Poldark Mego

La literatura peruana alberga una creciente producción de narrativa sobre muertos vivientes. Entre los cuentos, microrrelatos y novelas, existen de todos modos pocas sagas que articulen un mundo amplio y apocalíptico o post-apocalíptico como lo hacen libros estadounidenses o españoles. Y dentro de ese pequeño grupo apareció en 2019 el inicio de una nueva serie literaria.

Con el nombre general de Pandemia Z, Poldark Mego ha iniciado su propia saga sobre zombis ambientada en el Perú, concretamente en Lima. La primera entrega se titula Supervivientes y nos ofrece un primer vistazo a ese mundo devastado, pero aun cercano al periodo del apocalipsis cuando la plaga explotó a nivel mundial de manera irremediable.

Trama

“De pie, al borde de la barandilla, Elsa calculaba si al caer moriría en el acto o tendría el infortunio de quedar viva para ser desgarrada por el tumulto que se reunía en las calles”. Así empieza la historia, en un prólogo que nos introduce a la protagonista, Elsa, secuestrada y violada junto a otras dos mujeres por tres tipos. Y no es la única. Otras subtramas acaecidas en Lima aparecen de manera paralela en un rompecabezas unificado por el trasfondo post-apocalíptico.

Desde el brote mundial de la infección, han transcurrido aproximadamente 28 días. El fenómeno resultó ser solo una seguidilla de tragedias desde la Crisis del Abismo, el cambio climático que arrasó con los recursos naturales; en consecuencia, las naciones entraron en guerra. La ONU privatizó los bienes naturales restantes para su mejor administración, pero el contexto no mejoró y luego aparecieron terroristas biológicos. ¿Cuál fue la “solución”? El surgimiento de la SDBC (en español División Especial para el Control Biológico).

Como se lee, el origen parece radicar dentro de la ciencia ficción por consecuencia de manipulaciones biológicas, aunque en este primer libro aún no se detalla del todo. Pero vamos a la historia principal. En total tenemos cuatro bloques principales de personajes que a su modo intentarán sobrevivir en una capital plagada de zombis. De un modo u otro las líneas argumentales se conectarán con una meta de fondo (para algunos): llegar a la fortaleza Real Felipe, el bastión más seguro de la fuerza militar ubicado cerca al mar.

El devenir hacia tal objetivo se plagará de escenas sangrientas, con alta dosis de gore que seguramente agradará a todo fan de los destripamientos y lo visceral. También presenciaremos la puesta en práctica de la idea “los monstruos no son los zombis, sino el ser humano” mediante algunos personajes con actitudes y decisiones repudiables en algunos casos, debatibles en otros por los dilemas morales sobre vivir o mantener la humanidad. Pero…

Hay dos opciones. Si como lector te agradan las tramas zombis típicas sobre la supervivencia de un grupo de personas en una ciudad o espacio abierto, entonces seguramente te gustará. Sin embargo, si esperas una renovación de este tipo de historias entonces te decepcionarás. Es cierto, aún es la primera parte de la pentalogía, pero hasta aquí no existe mayor diferencia con otras novelas Z previas: una pandemia que se expande con rapidez, un grupo de científicos relacionados con el origen, refugios destrozados, deambular de los supervivientes de un lugar a otro, etc.

SPOILER: Además, en cierto momento aparecerá un zombi con racionalidad que se convertirá en antagonista, de manera similar al padre Isidro en Los caminantes, de Carlos Sisí. Ambos son diferentes en sus motivaciones, pero no deja de restarle originalidad a la propuesta de Supervivientes.

La trama en sí demora en adquirir fuerza, pues casi en la primera mitad asistimos a un deambular de los personajes sin una finalidad del todo clara, como ocurre en otras tramas Z. Es un vicio que aquí se repite hasta cierto punto cuando la antagonista principal realiza sus movimientos, de modo que la tensión se incrementa y los retos empiezan con cierto límite de tiempo: o te salvas a tiempo o caes bajo los zombis, o por "ella".

Real Felipe, fortaleza principal de la novela

Personajes

El aspecto mejor trabajado. Tal vez sea idea mía, pero me cansa un poco leer o ver tramas Z en donde el principal peligro sean las personas aunque admito que, aunque muy manida, es una idea verosímil. Y aquí todos los personajes se enfrentan a los muertos vivientes, a otros supervivientes y, sobre todo, a sí mismos. Algunos más atormentados que otros, las personalidades se encuentran bien diferenciadas entre sí, mas casi todos caen en la decadencia moral.

Como mencionaba antes, tenemos cuatro grupos centrales en un inicio:

- Secuestradas y secuestradores: Elsa, Miriam y Sandra trabajaban en una oficina antes del desastre, siendo Elsa la jefa. Cuando surge la epidemia, llegan Joel, Rubén y Walter en un inicio como otros compañeros más hasta que ellos tomen el control del lugar y sometan a las mujeres a golpes, hambruna y violaciones. Unos mierdas. De entre todas, Elsa es la más rebelde e intentará escapar a la menor oportunidad posible, mientras Joel intentará mantener su orden hasta que regresen los otros dos de sus expediciones por comida.

- El padre solitario: Álvaro no prestaba mucha atención a su esposa e hija sumergido en el trabajo de oficina, pero cuando los zombis aparezcan será testigo de la muerte de ambas frente a sus ojos. Desde ese momento vivirá con la culpa por tener miedo excesivo ante los peligros, especialmente al del nuevo mundo, al punto de despreciar su vida.

- La pareja de marinos: Nilson y Renzo pertenecían a la Marina, pero desertaron e intentaron mantenerse al margen de las órdenes gubernamentales, inseguros sobre su eficacia. Los dos mantienen una relación sentimental ofuscada, no obstante, por la falta de empatía de Nilson y la benevolencia de Renzo.

- Los universitarios: Kevin, Karim, Pamela, Julio y Milagros se refugian en un campus de universidad a la expectativa de algún cambio en el apocalipsis. Ya otras personas se fueron del lugar para buscar alimento o para llegar al Real Felipe, pero varios no regresaron. Es así que las tensiones aumentarán al punto de tomar decisiones trágicas para todos.

El único y gran problema aquí es su utilidad. Muchos mueren en el desarrollo de la historia y más de uno se va sin aportar demasiado a la trama. Su inclusión parece relleno especialmente cuando son desechados a veces de manera intempestiva, o aún peor cuando pareciera que, en pos de teñir de tragedia la novela, la muerte se repartiera en contra de personajes que merecían un mejor final, tal vez muertos, pero no de las maneras ocurridas. Si lo leen y llegan a la segunda mitad me entenderán.

Poldar Mego (imagen extraída del blog Mildemonios Cultural)

Forma

Se compone de 7 capítulos y un prólogo. Los capítulos toman los títulos de libros, películas o videojuegos de temática zombi, a saber: 28 days later, The Rising, Land of the Dead, The Last of Us, Dawn of the Dead y Here Alone. El contenido de cada segmento se debe corresponder con la referencia correspondiente, pero no puedo explorar más este punto (no leí/vi/jugué todos). De todos modos permite un ejercicio lúdico.

Por su parte, la escritura se enfoca en la materialidad destrozada de los cuerpos, sean zombis o víctimas de ellos. Procura transmitir la sensación de angustia y terror en todo momento sin dejar espacio para la comedia (que no tiene por qué hacerlo). Las descripciones de sus escenas, por ello, procuran balancear las descripciones con las acciones, sean en tiempo presente o pasado (recuerdos).

Sin embargo, no se encuentra exento de flaquezas. El propio ambiente trágico que se intenta imprimir no termina de funcionar por una “plasticidad” marcada. Es decir, a veces las escenas violentas se tiñen de una perfidia exagerada y no natural, fluida, como ocurre en los diálogos, por ejemplo, de Nilson y Renzo. Las ideas representadas son interesantes y por eso se tiene que mejorar el estilo, tal vez con uso más cuidadoso de los adjetivos y las comparaciones. Y, por favor, que se deje de explicitar en el narrador las sonrisas esbozadas por las personas cada vez que cometan alguna maldad ―es un indicativo demasiado usado también en otros textos.

Ruben optó por salir aquella mañana. El miedo era una fuerza imponente, pero el hambre era mayor. Para su suerte, los no muertos apostados cerca de la escalera se habían dispersado. Sus torpes pasos los llevaron lejos, incluso algunos se cayeron por el borde de los techos y se estrellaron en el suelo. Con sus lisiados cuerpos seguían arrastrándose, dando mordidas automáticas a la nada. 

¿Es un buen inicio de saga? Es perfectible. La novela puede mejorar en los tres apartados mencionados a menos que pase desapercibida entre otras series de libros Z. Porque habiendo tantas en el mercado, ¿cuál escoger? Así, Pandemia Z. Supervivientes puede hacer pasar un buen rato de diversión para los amantes de los muertos vivientes ―como yo―, pero carece de una trama original, una prosa menos plastificada y un uso estratégico de personajes. Esperemos qué nos depara el segundo tomo: Cuarentena.

Detalles técnicos:

Género: Ciencia ficción

Editorial: Torre de Papel

Año de publicación: 2019

N° de páginas: 204