12 Jul
RESEÑA: El imperio de las mareas, de Luis Hernán Castañeda

Mi historia con este libro se construyó mediante casualidades. Un día, mientras vagaba en Facebook, me topé con un post compartido en el cual se revelaba la portada del libro. Como esa persona que lo compartió suele publicar sobre ciencia ficción, me detuve a leer lo escrito y sí, descubrí una nueva novela del género, y peruana, y de Alfaguara (gracias señor Salvo). Un combo extraño pues la editorial no suele apostar por este tipo de historias, salvo en su colección juvenil (tiene unos cuantos en su formato clásico). Pues otro día fui a una librería y sin preverlo lo vi en la mesa de novedades frente a mí. Por ello, regresé y en esa ocasión sí lo compré por curiosidad. Al fin y al cabo, no me había dado cuenta de que era el mismo autor de otra reciente novela con buenas críticas, Mi madre soñaba en francés.

Pero ahora sí vamos al contenido. Es una novela post-apocalíptica sobre una Lima inundada por el crecimiento del nivel de las aguas, principalmente del mar (aunque también de lagos), ocasionado a su vez por el derretimiento de glaciares. En tal contexto aparece nuestro protagonista, un hombre que puede nadar a voluntad sin ahogarse gracias a sus branquias adquiridas de nacimiento. Si te gustan las historias de temática personal, con un desarrollo pausado, te invito a seguir leyendo.

Luis Hernán Castañeda. Fuente: Libros a mí 

Trama

En sí la premisa es muy interesante y llamativa, no exactamente original, pero sí atrevida por inundar Lima como no suele hacerse en la literatura peruana. No se indica el año exacto, pero debido al guiño a cierto presidente cuyos hijos lo avergonzaron (¿Fujimori?) y al desarrollo urbanístico de la Costa Verde, probablemente se ambienta alrededor de 2020 (sumando la edad del protagonista). En este mundo posible, Groenlandia y el oeste de la Antártida se han derretido de modo que la capital peruana fue arrasada por el mar, sobreviviendo quienes vivían o se refugiaban en zonas altas. Ante la situación, el gobierno mandó construir una gran muralla de acero para detener el avance del mar.

Cuando nace el hombre-branquia, o Gregor “Sakana”, Lima ya está inundada. Los flashbacks de Gregor nos dan cuenta del desastre y del cómo sus vecinos se percataron de su habilidad anfibia, ya que en el presente de la historia Sakana es visto como un fenómeno. Los rumores resultan ser secretos a voces a pesar de que sus padres pretenden ignorarlos para concentrarse en su negocio, el hotel spa Les bains du rocher, al cual él se dedica a nutrir de corrientes marinas para proveer los minerales necesarios. El conflicto principal se producirá cuando aparezca una reportera en el hotel con el fin de investigar y descubrir los secretos del lugar.

Uno de los temas más interesantes es la búsqueda de la identidad. Gregor es un gran aficionado a la cultura japonesa no por considerarlo como un pasatiempo, sino como una manera de ser, de autodefinirse desde sus rasgos físicos (ojos estirados) hasta sus propios gustos. Además, su condición anfibia lo mantiene en un estado marginal debido a la admiración del resto para con él y no a un sentido de integración. Él es el otro. ¿Por qué nació así? ¿Por qué sus padres no le ofrecen explicaciones? El lector puede descubrirlo hacia el final.    

El otro eje temático es la memoria, aunado al anterior. Prefiero no revelar detalles importantes de la segunda mitad y todavía no del narrador, pero desde el inicio se establece una distancia anímica entre el protagonista y su pasada identidad. Gregor, Sakana, la sola mención de estos nombres no lo aprehenden, sino que muestran de modo implícito la crisis interna entre sus recuerdos de quien fue y su actual condición. Asimismo, su infancia y la de Mayu, la reportera, nos revelan escenas de distanciamiento entre la vida adulta y la de ellos mismos, creciendo ambos sin una verdadera guía paterna/materna. El ritmo narrativo para mostrarnos estos detalles es pausado y puede ser fastidioso para quienes se encuentren acostumbrados a múltiples giros de trama, ya que aquí son escasos. Aún así, el desarrollo de la trama tiene una buena estructura con un inicio lento, un nudo que no demora en mostrar sus puntos de giro y un clímax y final muy buenos.  

Novela rusa de 1929 cuyo protagonista también es un hombre anfibio

Personajes

Son pocos, pero son. Al ser narrado por el protagonista, tenemos un mapa más completo de él que del resto. Gracias a su perspectiva, matizada por su idiosincrasia, podemos conocer a sus familiares y a la periodista.

  • Gregor “Sakana”: el protagonista, un joven de 19 años durante los eventos principales de la trama. Desde que nació obtuvo branquias, de lo cual la gente sospechó cuando rescató el cuerpo de una de sus compañeras durante su infancia. Ya desde aquel tiempo, adquirió el placer por la cultura japonesa, al punto de preferir llamarse a sí mismo Sakana. La relación con sus padres es un tanto lejana, pues existe cierta formalidad debido a su propio apego a lo cultura japonesa. De todos modos, ayuda en el negocio con el drenaje de aguas marinas hacia el spa del hotel; también sirviendo como mozo. Cuando conoce a Mayu se siente atraído hacia ella tanto a nivel sexual como personal, pero sin caer en un sentimentalismo enceguecido. Por cierto, su nombre lo adquiere por Gregor Mendel, el padre de la genética…
  • Padre de Gregor: en la relación de padres, es el más sensible. Su pasión son las flores y el huerto antes que el negocio en sí. Tal actitud le ha valido rumores (esta familia es blanco de rumores) sobre su sexualidad, sea por una supuesta homosexualidad o por infidelidad. No obstante, cuando algún elemento afecta la “armonía” de su familia es capaz de cometer actos peligrosos, como se demuestra en la segunda mitad del libro.
  • Madre de Gregor: también llamada como la “Duquesa del Peñón”. A comparación del padre, ella es la principal interesada en la prosperidad de su negocio. Medró desde una pobre condición económica hasta aprovechar el desastre del mar para instalarse en el hotel abandonado y remodelarlo como un spa. Prefiere la cultura francesa y, en general, europea, por encima de los gustos de su hijo al punto que lo llama Gregor y no Sakana, como él prefiere ser llamado. Sufre de cojera.
  • Mayu: la reportera. Conoce al protagonista al verlo sumergirse en el agua durante un día cualquiera y, luego, al hospedarse en el hotel de sus padres. Tiene una mano amputada debido a una tragedia ocurrida cuando era niña, concretamente en un evento relacionado con su padre. Ya de adulta parece que no sufre algún rezago psicológico de aquel momento, aunque tal vez la relación cada vez más cercana con Sakana le aflore cierta sensibilidad aparentada por una actitud autosuficiente. ¿Por qué va hacia al hotel, entonces? Porque tiene la misión de conocer los secretos y tejemanejes de los padres de Gregor, pues mucho se murmura sobre su supuesta corrupción.

Si acaso hay algo que reprochar al libro, es la falta de exploración en la personalidad de los personajes secundarios. Todos están definidos como sujetos, pero una mayor interacción con ellos le habría dado mayor juego al momento de desarrollar los conflictos.

Según la novela, la Costa Verde desaparecería

Forma

Su tono es intimista. La perspectiva es de Sakana y por ello sus opiniones y sentimientos tiñen la narración, mas no omiten los sucesos. Él es una persona perceptiva y desconfiada, se da cuenta de las apariencias y rumores que lo rodean y lo plasma en sus palabras al momento de narrar los sucesos. Lo interesante: no solo desconfía del resto, sino de sí mismo. Se refiere al antiguo Sakana en tercera persona pues narra desde un tiempo posterior al de los hechos. En el fondo, todo el libro es la reconstrucción de su memoria, de sus anteriores versiones antes de lo vivido con Mayu y su verdadera naturaleza anfibia.

Escrito lo anterior, vayamos a explorar un poco los recursos del narrador. El fragmento que resumiría su propuesta de ciencia ficción es el siguiente: “El funcionamiento normal del sistema era controlado desde lejanas computadoras, pero siempre había otra manera de hacer las cosas. En este país, siempre las había”, refiriéndose al drenaje de aguas marinas hacia el spa. El estilo del narrador no es tecnificado, es decir, no explora las invenciones tecnológicas como la ciencia ficción hard. En cambio, utiliza los elementos prospectivos para abordar temas de corte más personal como la envidia, los secretos y las apariencias sociales. Como tal no es un defecto, sino una característica. La novela coge las ambientaciones post-apocalípticas y las despeja de su catastrofismo, pues al fin y al cabo la nueva sociedad sobrevive a pesar del escenario, y con él; los padres del protagonista son un buen ejemplo.

La prosa es cuidada y, aunque utiliza lenguaje coloquial, mantiene un estilo más formal casi sin caer en el uso de palabras rebuscadas, salvo en momentos irónicos. Además, sus descripciones y demás figuras retóricas no son muy recargadas, de modo que no caen en un barroquismo innecesario, una escritura artificiosa.

La Duquesa no era atractiva, pero yo la veía hermosa. Todos nos equivocamos. Para mí, el Sakana que era entonces, su rostro de luna, su cabello prieto, su piel oleosa, sus ojillos saltones —verdes, sí, franceses de Francia— y sus labios carnosos, fijos en un puchero, eran las facciones de una reina, lo cual no me impedía reír cuando murmuraban su apodo. Ahí va la Pejesapo, refunfuñaban los mozos y sirvientas, que no la querían por razones obvias. 

En la primera edición de Uróboros, un festival hispanoamericano de fantasía y ciencia ficción, el autor mencionó que no piensa en el género antes de escribir sus historias. Tal vez por esta razón la novela no resulta en una ciencia ficción convencional, ni hard ni soft, pues inclusive en el segundo grupo son reunidos textos con predominante carácter social, no tecnológico. El imperio de las mareas en realidad nos traslada a un mundo personal en construcción que entra en contacto con el otro “cienciaficcionero”, el de la Lima inundada. Es así que, aunque la historia me supo un tanto inconclusa con un clímax menos potente que el del secreto de los padres de Sakana, me gustó el desconcierto generado tras cerrar el libro. Puede gustar o no, pero el autor generó su propio estilo.

Detalles técnicos:

Género: Ciencia ficción

Editorial: Alfaguara

Año de publicación: 2019

Nº de páginas: 127

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