27 Feb
RESEÑA: Dimensión imposible, de Enrique Sánchez Pascual

Sabemos que fuera de nuestro planeta existe un vasto universo con diversos cuerpos celestes. Pero, ¿qué tanto conocemos del microcosmos, aquel que no podemos observar? Sin duda lo desconocido llama mucho la atención de las personas, incita al morbo o al placer de la búsqueda y del encuentro de aquello que intentamos develar. Esa sensación es la que podríamos tener leyendo la presente novela de ciencia ficción perteneciente a la denominada literatura pulp, que nos transporta al mundo de los átomos y las partículas subatómicas.

Dimensión imposible fue publicada en la antigua editorial Toray en 1959 por  el español Enrique Sánchez, quien adoptó el seudónimo de Law Space como era costumbre en los escritores de novelas pulp de aquel entonces. Como suele ser este tipo de libros, la trama que veremos a continuación contiene una aventura principal y elementos llamativos que priorizan el avance de los sucesos. Volvemos a las historias de científicos apasionados a su ciencia y de experimentos que se salen de control, además de mujeres que se deben rescatar bajo el riesgo del amador. Una novela para entretenernos, principalmente, y leer mientras queremos descansar un momento de días pesados.

Enrique Sánchez Pascual (extraído de Poemas del alma)

Trama

Aun con lo dicho, su inventiva es muy interesante. Harvey Taylor es un científico soltero apasionado por sus estudios. Se encuentra abocado en un proyecto desde hace un tiempo que consiste en una máquina que, a través de una cámara especial y el disparo de unos rayos, puede reducir el tamaño de cualquier cosa hasta una medida menor a una partícula subatómica. Al sistema se encuentra conectado una especie de tubo que transporta el elemento reducido hacia una pequeñísima esfera de metal, encerrándolo. El único problema (siempre los hay) es que aún no inventó un modo de revertir el proceso. Por otra parte, Taylor se encuentra enamorado de Suzan Komerek e intentará ser su pareja de cualquier modo, lo cual desembocará en el accidente de la máquina reductora. Aunque la novela se encuentre dividida solo por capítulos, en realidad la trama tiene dos únicas partes.

La primera, que toma aproximadamente la primera mitad del libro, se centra en las luchas amorosas de Harvey contra los pretendientes de Suzan. Al llegar tarde a su cita, el científico se dirige del restaurante a la casa de un famoso deportista en donde se encuentra ella. Ya en el sitio, se topa con la escena de una pelea que resulta ser entre otros dos candidatos a enamorados de la chica y termina involucrado en la disputa, pues uno de ellos lo golpea dejándolo inconsciente. Es a partir de aquí que observaremos la sed de venganza del protagonista no solo hacia su victimario, sino hacia cualquier otro pretendiente de su amada y para ello intentará valerse de su invención. El conflicto ha nacido. Debo escribir que, aunque necesaria para el desarrollo de la historia, éste es el segmento menos interesante de los dos, puesto que el verdadero atractivo lo observamos en la segunda mitad. Por ello, si no quieres más spoilers y prefieres no saber qué secreto guarda el resultado de estos empequeñecimientos, ve de frente a “Personajes”; aunque no contaré el final ni el destino de cada personaje en la segunda mitad. Frase vieja: guerra avisada no mata lector.

La segunda parte del libro se lleva a cabo en la Tierra, pero no en la dimensión de los personajes. ¿Has pensado alguna vez que la estructura del átomo y sus partículas se asemeja al del Sistema Solar? Un elemento central alrededor del cual giran otros cuerpos: un núcleo por un Sol; unos electrones, protones y neutrones por los planetas. Pues ello ocurre en la novela. Cuando cierto personaje sea afectado por los rayos del aparato aparecerá en un lugar similar a nuestro planeta, en alguna partícula subatómica o “planeta” más dentro de su “sistema atómico”. Las desventuras en este lugar constituyen lo más ingenioso del texto y lo salvan de tener una simple historia lineal, ya que el final otorga un sentido especial al título de la novela. No solo asistimos aquí a un viaje subatómico, sino que somos inducidos, sin darnos cuenta, a la temática de los mundos paralelos y hasta de los multiversos. Si bien la explicación final puede parecer un recurso de último momento, al menos se sustenta en el resto de la novela y eso provoca que la trama sea el punto fuerte de la novela.

Extraído de Clipartlogo.com

Personajes

Este es el punto flojo. La mayoría de ellos son planos, asumen un único perfil psicológico y mantienen diálogos, aunque efectivos, simples. Tampoco son muchos, pero colocaré a los dos más interesantes:

- Harvey Taylor: uno de los protagonistas. Es el científico que crea la máquina reductora como una de sus pasiones; la otra, amar a Suzan. Poco social y vengativo, no es fuerte físicamente y por eso se vale de su astucia para intentar engañar a los pretendientes y deshacerse de ellos. Su mayor participación ocurre en la primera parte durante el conflicto amoroso, pero pierde mayor interés en la otra mitad. Además, no tiene mayor profundidad al no presentar conflictos internos o variedad en su accionar. De inicio a fin mantendrá su personalidad y solo al final habrá, con un giro de la trama, cierto cambio en él que le resulta perjudicial más que beneficioso ya que no se corresponde con su actitud egoísta.

- Al Lovett: el más interesante. Es el criado de Harvey y le apoya en sus experimentos, le es muy servicial y leal y como rasgo principal es ingenuo. En un inicio es un personaje secundario, pero aun así se va perfilando como un sujeto con mayor vida que el resto al dudar, por momentos, del actuar de su amo. Hacia el final de la primera parte es cuando se genera un conflicto interno más agudo al punto de sopesar la idea de desobedecer a Harvey e inclusive obrar para impedirle llevar a cabo cierto plan. Además, salvo por el hecho de que no es el creador de la máquina, sería casi el único protagonista pues de un modo u otro interviene en los demás roces entre personajes y él mismo nos lleva, por su decisión, hacia el desarrollo de la segunda parte.

Los otros personajes son Suzan y los dos pretendientes, Max Pruch y Howard Shea. Ninguno es interesante y son más planos que Harvey. Sus diálogos son muy simples y no se sienten vívidos, sino como herramientas útiles para que se genere el conflicto principal y el punto de giro que nos conducirá a la mejor parte. En todo caso, Suzan es extrovertida y goza de la atención ajena con varios candidatos a pareja, mientras que Max y Howard son insistentes y autoritarios, el primero más que el segundo, y lo único que desean es relacionarse con ella aún a costa de elegir decisiones tontas. Olvidables.

Forma

Como otras novelas pulp, Sánchez se centra en las acciones más que en las reflexiones o digresiones. En ese sentido, la narración corre hacia su propio desarrollo y carece de mayores escenas de relleno. No quiero decir que falten descripciones, pues las hay en momentos pertinentes cuando presenta nuevos espacios o los conflictos internos de Al y Harvey, como se nota desde su inicio:

Estaba demasiado excitado para darse cuenta que la hora de la cita se le echaba encima. Y, sin embargo, aquella cita era para él algo, si no tan importante como lo que estaba haciendo, fundamental para su vida. 

Claro que es que hubiese muy bien olvidando la cita; pero ¿qué puede saber un hombre como Harvey Taylor? Fuera de sus profundos estudios de Física, que le habían llevado a la edad de treinta y tres años a ser uno de los hombres más valiosos de la ciencia norteamericana, Taylor estaba en la vida con la misma sensación de pueril inconsciencia que un niño de cuatro años. 

Por otra parte, tiene en total diez capítulos y ninguno es muy extenso, sino medianamente regular alrededor de diez páginas. Además, dentro de cada uno hay algunas divisiones que permiten tener una lectura pausada y que modulan bien el ritmo de la narración. Si bien a veces tiene líneas demasiado emocionales y tampoco hay mayor experimentación con el lenguaje, el estilo es inteligible, ágil.

Extraído de Público.es

Dimensión imposible resulta ser una novela corta muy entretenida con un personaje interesante por el que vale la pena explorar sus páginas. Más que por temas humanos, es más interesante por la comparación sugerente que plantea entre el microcosmos y el nuestro, que al final guarda potencial al referirse a la existencia misma y la naturaleza de los estados mentales. Hoy en día puede ser difícil de encontrar, pero pueden hallarlo en tiendas de libros de segunda mano, especialmente en donde venden bolsilibros.

Pdt: si son de Lima, en el jirón Cotabambas lo pueden hallar en un puesto grande de libros pulp.  

Detalles técnicos

Género: Ciencia ficción

Editorial: Toray

Año de publicación: 1959

N° de páginas: 125

     

 

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO