31 Dec
RESEÑA: Canción de Navidad, de Charles Dickens

¿Por qué esta novela corta del gran Dickens es un clásico universal, si se centra en una sola festividad? Podría afirmarse que no se trata de cualquier festividad, sino de una de las más importantes al menos en la sociedad occidental. Sin embargo, sería insuficiente para reconocer la verdadera riqueza de esta obra que allá en 1843 publicó el escritor inglés en una edición ilustrada por John Leech.

Y es que A Christmas Carol (traducido como Canción de Navidad, Cuento de Navidad o El cántico de Navidad) ha sido adaptada a diversos medios audiovisuales, desde la película Scrooge, o Marley´s Ghost de 1901 hasta Barbie en un cuento de Navidad de 2008, entre otros filmes. Tales versiones a lo largo de los años han provocado que la historia de los 3 espíritus navideños no sea recordada tan solo como la creación de Dickens, sino como parte del imaginario popular más allá del propio autor. Por ello, es más que interesante regresar al texto que le dio origen.

Charles Dickens

Trama

Ebenezer Scrooge es un viejo prestamista británico avaro que desdeña la Navidad, así como todo lo relacionado a ella. No saluda a nadie por esas fechas, priva a su trabajador del buen trato y del calor de la estufa y se niega a donar un poco dinero a la caridad por los niños pobres. Sin embargo, en la noche de Noche Buena es visitado, de manera sorpresiva, por el espíritu de su viejo socio Marley, quien envuelto en cadenas le muestra su estado lamentable por ser también un avaro en vida. Ante tal visión, su viejo amigo le informa de su única esperanza: la visita de los 3 espíritus. Es así que el tramo más importante empieza, con un Scrooge a la expectativa de las visitas de los espectros de las navidades pasadas, presente y futuras.

La historia tiene claras intenciones aleccionadoras, pues en resumen trata la historia de un sujeto tacaño y de lo que podría ocurrirle a él –y a nosotros como lectores– si no cambia. Y no es un problema, por mas que este tipo de tramas suenen a infantiles hoy en día. De hecho, la estructura que desarrolla los sucesos es perfecta. Observen. En total tenemos 5 capítulos o estrofas, dos para el inicio y la conclusión y 3 para el desarrollo. En la primera se plantea la situación (Scrooge siendo avaro) y el punto de quiebre, aquel hecho que nos conduce hacia el conflicto principal. ¿Y cuál es? La visita del fantasma de Marley. Aquí ya sabemos que aparecerán 3 espectros, y nos damos cuenta de que las siguientes 3 estrofas serán dedicadas a cada uno; y así es. Cada una es un punto de giro, es decir, los momentos clave que conforman el desarrollo. No solo el nudo de la trama se encuentra al medio de toda la novela, sino que cada una de sus partes se corresponde con un personaje secundario distinto que a su vez condicionará la transformación del protagonista. De esta manera llegamos a la última parte, cuando Scrooge ha sido sensibilizado y advertido por su personalidad actual y por ende decide cambiar de vida. En perspectiva general, nada sobra, todo se concatena para crear la transformación del personaje.

No solo la estructura importa para el libro en sí. La claridad y exactitud tripartita en sus segmentos colaboró a su permanencia en la cultura popular de Occidente, ya que de manera clásica se piensa al tiempo en sus 3 momentos (pasado, presente y futuro), un número sencillo de recordar y simbólico a su vez: trinidad, entre otros temas. Eso sí, hay algunas escenas que amplían un poco demás la conversión de Scrooge, como la visita durante al presente a unos cuidadores de faro y a la tripulación de un barco. Aun así, no se siente cansino.

Portada original de 1843

Personajes

Salvo por Scrooge, los personajes son planos. No, esa característica no es un problema ni un defecto, ya que en esta ocasión guarda coherencia con la trama. Aquí la estrella es Scrooge, y para mostrar su evolución es necesaria la presencia de los secundarios, no solo de los espíritus guías, sino de otros como su sobrino. El contacto entre ellos sirve al narrador para darnos a entender ese contraste entre el Scrooge inicial y final, y un desarrollo más profundo de los demás hubiera sido una pérdida de tiempo.

  • Ebenezer Scrooge: el protagonista viejo y avaro. Tuvo como socio a Jacob Marley y ambos fundaron una casa de comercio que mantuvo sus nombres aun después de la muerte de Marley. Gracias al espíritu del pasado conocemos su infancia y juventud, cuando aún era un chico soñador que gustaba de las lecturas. Sin embargo, cuando creció poco a poco se quedó solo, inclusive sin su pareja ante el cansancio de ella por su creciente avaricia. Es así que siendo adulto permanece huraño ante cualquier gesto amical, por lo cual el reencuentro con sus sentimientos más nobles a lo largo de los viajes temporales le permite recuperar la personalidad de esa primera infancia. Si bien su cambio puede parecer un poco forzado al ser radical, la novela otorga las justificaciones suficientes para crear cierta verosimilitud en este aspecto.
  • Espíritu de las navidades pasadas: un espectro brillante y divertido y el primero en aparecerse frente a Scrooge; es decir, quien le arrebata su incredulidad por completo. Le muestra su juventud al protagonista en distintos momentos, como la fiesta infantil o la despedida de su pareja, detalles que le hacen reflexionar sobre los niños necesitados de su propia época –tema muy presente en el propio autor de acuerdo a su biografía.
  • Espíritu de las navidades presentes: un espectro jocoso y con una actitud generosa, imponente en su tamaño. Transporta a Scrooge hacia distintos lugares del mismo día, como en la casa de su trabajador Cratchit o de su sobrino. En estos casos él nota más su influencia tóxica en otros, pues los familiares y amigos de los que nombré son quienes resaltan su tacañería y negativismo en plena comida.
  • Espíritu de las navidades futuras: un espectro cubierto casi por completo, salvo por sus manos que guían a Scrooge a través de sus hechos futuros. En tal época el protagonista ha muerto –sin que él lo entienda en un inicio– y se va revelando el desprecio de los demás por el difunto cuando sus pertenencias son robadas y vendidas. Además, ocurren otras desgracias.
  • Bob Cratchit: el dependiente de Scrooge. Trabaja en una pequeña oficina sin calefacción siempre vigilado por el jefe y bajo un permanente trato hostil. Sin embargo, soporta todo ello por su familia puesto que, además de querer tener una buena cena de Navidad, tiene un pequeño hijo desahuciado, Tiny. Este último personaje es simbólico para Scrooge, ya que le coge cariño y lástima cuando, gracias al espíritu del presente, se entera de su discapacidad. Un dato curioso: en su familia trabaja hasta la hija mayor, reflejando ya la inserción de la mujer, esta vez en el campo textil… Aunque todos eran explotados, hombres y mujeres del hogar de Bob.
  • Fred: el sobrino de Scrooge. Año tras año invita a su tío a la comida de Noche Buena, pero siempre es rechazado. Y si bien tiene una actitud un tanto sarcástica, inclusive para con el protagonista, mantiene un sincero aprecio por él probablemente por la vieja relación entre su madre y Scrooge, amigos de antaño antes del fallecimiento de ella.

Ilustración del segundo espíritu en la edición original hecha por John Leech

Forma

Personalmente Dickens me provoca un cariño inmediato en sus historias. Creo que esto se debe al narrador tan cercano creado en sus textos. Aquí no es la excepción y nos encontramos ante uno afable, reflexivo y humorístico por momentos sin llegar al sarcasmo o a la burla. El narrador de la novela inclusive se dirige al lector de forma retórica, sí, pero mediante el efecto de cierta complicidad que a su vez sirve para redirigir las lecciones morales no solo a Scrooge, sino al propio lector, a nosotros mismos.

Si os sucede, por una casualidad poco probable, que os encontréis con un hombre que sepa reír de mejor gana que el sobrino de Scrooge, os digo que desearía conocerle. Hacedme el favor de presentármelo y me haré su amigo.

Otro aspecto llamativo es la utilización de las descripciones. Navidad se asocia mucho a la abundancia en el mundo del texto y no deja de ser así inclusive en zonas de clase media, algunas más pobres que otras; ejemplo: la familia Cratchit. No solo sirve para ambientar todos los preparativos de los habitantes ingleses alrededor del protagonista, sino para resaltar cualidades positivas como la fraternidad, reforzada inclusive más en los que tienen menos porque representa ese esfuerzo mayor por compartir lo poco obtenido. Otro ejemplo de esto último: la fiesta durante la infancia de Scrooge.

Por último, agreguemos que Canción de Navidad se puede leer en cualquier momento del año –aunque en invierno se conecta más por el frío clima del libro. La historia nos habla de un hombre avaro y de su conversión, pero también contiene una crítica al capitalismo deshumanizante del siglo XIX y que permanece en nuestros días, no del mismo modo, pero sí bajo otras formas. No significa ello que Dickens haya escrito una novela propagandista, pero sí que el trasfondo temático abarca más allá de la festividad de diciembre sin dejarla de lado. Trama sencilla, pero de un contenido muy interesante.  

Detalles técnicos:


* Existen muchas ediciones de este clásico, así que colocaré los siguientes datos de acuerdo a la edición de la imagen. Es la que tengo.

Género: Fantasía

Editorial: Brontes S.L.

Año original de publicación:1843

N° de páginas: 118

 

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO