07 Aug
La crudeza de la resiliencia en Quién teme a la muerte

Una de las corrientes más interesantes de lo fantástico en los últimos años es el denominado afrofuturismo, el cual combina elementos de la ciencia ficción con culturas y cosmovisiones africanas, generalmente para criticar algún tema social relacionado a las personas de piel oscura. En lo personal, tenía muchas ganas de conocer alguna obra relacionada y por ello tenía pendiente la presente novela de Nnedi Okorafor, publicitada como una historia postapocalíptica ambientada en África. ¿Verdad que llama la atención? 

Es así como pude leer en Scribd una de las novelas más comentadas en la sci fi contemporánea para descubrir no solo qué tal era, sino cómo se desenvolvía  dicha corriente en la literatura. Nnedi es solo una de las autoras de entre otras más que lo cultiva, pero tiene en su carrera premios tan prestigiosos como el Hugo, Nébula y Locus, por lo que sus libros garantizarían cierto nivel de calidad. La premisa de Quién teme a la muerte lo refleja: Onyesonwu es una chica ewu, llamada así por ser fruto de una violación; marginada por su pueblo, intenta sobrellevar la situación cuando descubre que tiene habilidades mágicas y, al enterarse de su terrible origen, emprenderá una misión de venganza contra su padre biológico. Hay mucho más, así que deshilvanemos un poco. 

Nnedi Okorafor

Trama 

El marco temporal de la historia sí es postapocalíptico. Se entrevé una gran tragedia ocurrida en el pasado, cuyos vestigios tecnológicos, como las computadoras, son usados en el presente, pero sin la hipermodernidad característica de nuestra época. Es un detalle que puede gustar o no al lector, ya que la carga cienciaficcionera no es tan relevante para los sucesos como sí lo es el lado mágico, por resumirlo. 

El Reino de los Siete Ríos es el nombre que recibe el territorio en el que transcurre la trama, casi cual país, pero sin gobernante. Dispersos en los cuatro puntos cardinales hay pueblos con idiosincrasias particulares, pero un eje común es el conflicto racial entre okekesnurus. Según los dichos populares y el Gran Libro (equivalente a la biblia), los primeros nacieron para ser esclavos de los segundos debido a violentas acciones cometidas por sus antepasados en la Vieja África. Las protagonistas viven con los okekes, pero debido a la condición mestiza de Onyesonwu —su madre okeke fue violada por un hombre nuru— es discriminada en su pueblo y en otros más a los que llega. 

Lo que deseo destacar de su historia es la carga tan rica que tiene en su premisa, ya que la novela logra presentar muy bien un conflicto étnico, de género y social. Sobre los dos últimos, aparte del hecho de que la mujer es mal vista por ser violada, también existe la férrea adhesión a las costumbres en el pueblo de la protagonista. A los once años, todas las chicas deben pasar por un ritual: el corte de su parte íntima, que las impedirá gozar del sexo hasta que estén casadas gracias a un elemento mágico añadido. Y es que el primer tercio de la novela se desarrolla de manera muy inteligente, presenta detalles necesarios para entender y enriquecer el mundo de la trama y realmente transmite ese soplo de aire fresco en la literatura de género. 

Sin embargo, el desarrollo decae. Se pueden identificar tres grandes segmentos en la historia: 1) el descubrimiento de Onyesonwu sobre sus poderes; 2) su entrenamiento; 3) la venganza contra el padre. El motor del libro es lo último y, si bien se mantiene durante toda la novela para crear la cohesión argumental, la segunda mitad del libro se asemeja más a una novela romántica juvenil que a una historia cruda y cargada de luchas, en especial contra los prejuicios y las costumbres dañinas para con las mujeres y los mestizos. 

Por otro lado, el sistema de magia es mixto en tanto que sigue ciertas reglas, pero también sufre de conveniencias. No me malinterpreten. No estoy convencido de que las novelas de este estilo deba tener reglas bien delimitadas en el aspecto mágico (un ejemplo son las novelas de Brandon Sanderson) para ser buenas, pues no todas buscan el mismo efecto, pero en algunos momentos de la historia tanto Onyesonwu como otros personajes revelan, de pronto, habilidades desconocidas por el lector que ayudan a avanzar la historia, sí, pero como si fueran parches incluidos a última hora. 

Me parece que la novela tiene un mejor final de lo que resolvió en su clímax, uno tan anticlimático que podría decepcionar. Yo me pregunté en ese momento “¿tanto para esto?”. Aún así, me reafirmo en que su epílogo es mejor, retoma la esencia y el tono de los primeros capítulos y le brinda un giro de tuerca, esta vez sin conveniencias, al camino recorrido por Onyesonwu como personaje y para la historia. 

Portada de la edición de Crononauta, editorial española

Personajes 

Cada uno tiene una personalidad definida y sus interacciones se pueden disfrutar. De todos modos, hay algunos personajes más importantes que otros a pesar de pertenecer al grupo de amigas de Onyesonwu, las cuales son las recurrentes en la historia. ¿Y cómo si ella era una persona marginada? Porque en cada sesión del rito de los once años se genera también una amistad que puede ser duradera. 

  • Onyesonwu Ubaid-Ogundimu: desde niña era muy vivaz y curiosa. Una de sus características más resaltantes es el cuestionamiento a la autoridad y las costumbres por su condición doblemente marginal, es decir, el de ser ewu y mujer. Sin embargo, decide seguir la tradición del corte vaginal a sus once años en uno de los mejores momentos del personaje, cuando por su conflicto interno entre lo que ella quiere y lo que su madre tuvo que soportar en la sociedad decide participar para evitar más discriminación contra su progenitora. Dicha tensión es una de las motivaciones para que ella decida  aprender a controlar sus poderes tras enterarse de la violación, pues, aunque sabe que hay muchas injusticias en su propio pueblo, no puede evitar sentirse culpable por la carga de su madre provocada por ella, según razona. A propósito de sus habilidades, estas no quedan muy claras o delimitadas, pues son de naturaleza distinta, como poder transformarse en animales, viajar hacia el mundo de los espíritus e inclusive revivir seres vivos recién fallecidos, si es la voluntad del muerto en esa otra dimensión. Su recorrido se asemeja a las novelas de formación que provienen al menos desde el siglo XIX, ya que su historia inicia con ella como bebé, luego como niña y más adelante a sus diecinueve años. Por cierto, su nombre significa «¿Quién teme a la muerte?».
  • Luyu Chiki: una de las tres chicas que estuvieron con Onyesonwu durante la noche del rito. De actitud orgullosa y familia acomodada, es la más liberal de su grupo en cuanto al sexo y su cuerpo, de modo que tiene muchas relaciones. También por ello es la más cercana a la protagonista, ya que, aunque a veces mantiene sus reservas por la educación que recibió en contra de los ewus, tiene una mentalidad más abierta y valiente. En resumen, la más carismática.
  • Diti Goitsemedine: la más engreída del grupo de las tres. No solo proviene de una familia con no pocos recursos, sino que fue mimada por sus padres, de modo que es más propensa a obedecer las normas sociales que el resto del grupo en pos de mantener el estatus quo. Es más, le han destinado  a un amigo de la infancia como su futuro esposo, quien en un momento dado la rechaza por no poder disfrutar del sexo con él y a quien inclusive así lo recibe como pareja, después.
  • Binta Keita: es una de las que más sufren, tal vez más que la propia Onyesonwu, debido a las constantes violaciones de su padre. Producto del abuso, tiene un carácter tímido y retraído, al menos hasta que entabla relación con las otras chicas. Se encuentra más apegada a Diti, pero, a comparación de ella, siente mayor remordimiento cuando cree haber cometido algún error.  
  • Mwita: aprendiz de Aro, aquel que conoce las artes mágicas, especialmente los Puntos Místicos, claves para el control de los poderes sobrenaturales. También es un ewu, pero, a diferencia de Onyesonwu, no nació como fruto de una violación, según le cuenta a la protagonista. A propósito de ella, la ama y, a su manera de pensar, pretende protegerla de los peligros que conlleva controlar la magia, ya que pasó por ese proceso sin un éxito rotundo. Su personaje también es de los más interesantes debido a que representa esa situación liminal entre el respeto a la individualidad ajena, especialmente de la mujer, y el afán protector, como ya mencionaba, por lo que discute constantemente.

Un punto y aparte es la madre de Onyewonsu, Najeeba, la que, para mí, es la mejor personaje de la novela. 

  • Najeeba: de entre todos los mencionados, es la que sufrió un pasado más duro. Sin embargo, su profundidad no radica allí, sino en cómo se desenvuelve frente a los eventos. En el pasado, durante una reunión con algunas compañeras, fue rodeada por un grupo de nurus que las violaron, a algunas mataron, y que también arrasaron a su aldea. Cuando se presenta frente a su esposo Idris, superviviente, este se avergüenza de su condición de mujer ultrajada y ella pierde el último retazo de consuelo que, acaso inconscientemente, esperaba obtener de un ser querido. Su constante deseo de morir solo es frenado en su condición de madre, ya que se percata de que queda embarazada y decide seguir adelante con su existencia; en otras palabras, a su modo, su nivel de abnegación y sacrificio cobra un peso brutal, pues no cede a su sufrimiento, sino que decide tener a la niña por decisión propia, alejada de todos en el desierto. Bastaría con estos hechos para notar su gran trasfondo, ¡el que es desarrollado en pocas páginas!: la violación como tema principal; el aborto, tópico delicado, representado en la personalidad al límite tras un hecho traumante; la fortaleza anímica, no gratuita ni inocente, sino basada en un instinto de supervivencia que, a su vez, choca con su depresión. Aún así como adulta no es idealizada, sino que presenta momentos de violencia para con su hija, de temor y frustración, que son un reflejo de su pasado ante el miedo de lo que Onyesonwu podría sufrir, y sufre, a su modo: el rechazo de los demás. Y todo ello aunque tiene un rol secundario en la trama.

Crononauta anunció la publicación en castellano de The book of phoenix, novela ambientada en el mismo mundo de Quién teme a la muerte

Forma

En total, hay 62 capítulos divididos en tres partes y un epílogo, más un segmento extra que completa ese gran final. A grandes rasgos, estas características permiten que la historia se encuentre balanceada en cuanto a las clásicas tres partes —inicio, nudo y desenlace—, que la novela respeta de manera parcial. Con esto me refiero a que la tercera sección es mucho más extensa que las otras dos, es decir, que el camino inmediato hacia el clímax no es breve y, por ende, puede resultar un tanto aburrido comparado con las dos primeras secciones.

La narradora es la propia Onyesonwu y es natural que no solo se muestren los sucesos, sino las apreciaciones de la protagonista sobre ellos. Es por tal que la crítica social es doblemente explícita: lo que sucede y lo que se dice. El primer aspecto es prácticamente perfecto, sobre todo por las costumbres mostradas en los distintos grupos sociales, como los pueblos que aparecen, pero en el segundo aspecto la insistencia de algunos comentarios no resultan beneficiosos, sino cansinos, sobre todo cuando los parlamentos de sus compañeras apoyan la reflexión que se desea transmitir. 

Por contraparte, y a excepción de esos últimos detalles, se incluye narración, descripción y diálogo de manera precisa y amena. No aburre ni son insertados en momentos imprecisos, por lo que la sensación que deja la lectura del libro es de fluidez. Es una posible razón por la que también tiene buenas críticas en el público juvenil, caracterizado por una menor paciencia para lecturas con varias digresiones, si se revisan reseñas y comentarios en redes sociales. 

*

Entonces, ¿es recomendable? Por supuesto. Si bien pudo mejorar el tratamiento de algunos personajes secundarios, sus elementos innovadores resultan en una experiencia por lo menos interesante para los lectores de ciencia ficción y también de quienes no se encuentran familiarizados con este tipo de literatura.

Detalles técnicos:

Género: Ciencia ficción, maravilla

Editorial: Océano

Año original de publicación: 2010

Año de la presente edición: 2019

N° de páginas: 504

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